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Editorial
Acapulco, 23 de noviembre de 2023.- El panorama pintado por el gobierno mexicano en respuesta al devastador impacto del huracán Otis en Acapulco contrasta dramáticamente con la realidad vivida por sus habitantes. En la reciente conferencia matutina, liderada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se transmitió un mensaje de recuperación y progreso: un 98% de la ciudad ha recuperado la electricidad, el servicio de agua se ha restablecido en un 90%, y se han distribuido miles de paquetes de ayuda y retirado enormes cantidades de escombros. Estas cifras, dadas por la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, parecen destinadas a proyectar una imagen de eficiencia y control, pero que contrastan con los informes de los residentes locales.
Los vecinos de Acapulco cuentan una historia diferente, una de lucha y desesperación. Muchas áreas aún carecen de electricidad, y las que la han recuperado sufren cortes frecuentes, lo que demuestra que la restauración de los servicios es frágil e inadecuada. La situación del agua es igualmente precaria. La habitual irregularidad en el suministro persiste, y la campaña de descuentos «CAPAMA Contigo ‘Otis’ 2023», anunciada por la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco, parece ser desconocida incluso para sus propios empleados, creando confusión y frustración entre los ciudadanos.
Además, existe una preocupante discrepancia en las cifras oficiales de víctimas del huracán. Mientras las autoridades gubernamentales, incluyendo a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, reportan 50 fallecidos y 30 desaparecidos, los medios de comunicación y las funerarias indican que el número de muertos podría superar los 350. Esta disparidad sugiere, para muchos, un intento por parte del gobierno de minimizar la magnitud del desastre.
En un acto de protesta y desesperación, las familias de los marineros desaparecidos han bloqueado la avenida Costera Miguel Alemán. Este bloqueo, motivado por la falta de respuesta de los tres órdenes de gobierno, resalta la creciente desconfianza hacia las autoridades y la sensación de abandono entre los afectados.
En contraste con la actitud apática del gabinete presidencial, cuyos miembros parecen emocionalmente desconectados de la tragedia, destacó hoy la figura de Antonio Hernández Venegas, presidente del Grupo Mundo Imperial, cuya visible empatía durante la conferencia matutina contrasta marcadamente con la actitud de los funcionarios gubernamentales.
En resumen, la gestión gubernamental de la tragedia de Otis plantea discrepancias entre las cifras oficiales y los testimonios de los afectados no solo revelan una brecha en la comunicación y gestión, sino que también sugieren un intento de minimizar la verdadera magnitud de un desastre que ha dejado una huella indeleble en la vida de los acapulqueños.
