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Diversas fuentes han confirmado que los servicios públicos en Cuajinicuilapa se encuentran suspendidos debido a la inseguridad que persiste en el municipio, lo que ha afectado la recolección de basura y las actividades en oficinas del ayuntamiento.
La situación ha generado que las calles estén llenas de residuos en esquinas y zonas públicas, mientras que empleados del ayuntamiento, incluyendo el personal de tránsito municipal y recolección, se mantienen sin presentarse a trabajar por temor a la falta de seguridad.
Además, desde mediados de octubre, las actividades educativas también se encuentran suspendidas en la región, aunque la Secretaría de Educación Guerrero no ha emitido una confirmación oficial al respecto.
La ola de violencia incluye una serie de incidentes recientes: el 13 de octubre, un ataque con incendio afectó la vivienda y el automóvil del tesorero municipal, Roberto Avelino, quien, según versiones extraoficiales, habría dejado el municipio.
Otros hechos violentos incluyen el asesinato de un dirigente de transporte y su hermano, así como la aparición de mantas y enfrentamientos entre presuntos grupos criminales, lo cual ha aumentado la tensión y la preocupación entre la población.
La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero emitió un comunicado el viernes pasado para desmentir rumores sobre un ataque contra el presidente municipal, Hildeberto Salinas Mariche, señalando que el alcalde se encontraba ileso.
Fuentes locales señalan que la situación de violencia ha dificultado el funcionamiento regular del municipio y su nuevo vecino, San Nicolás, también afectado por recientes asesinatos.
