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Para nadie es un secreto que la actual legislatura del Congreso Local del Estado de Guerrero presenta en déficit financiero, lo que motivó, por un lado, que se retrasara el primer pago a algunos diputados y diputadas y por otro lado, que no se tengan los recursos para cubrir los finiquitos laborales de la 63 Legislatura, entre otros compromisos de servicios del Congreso.
Hace unos días, Jesús Urióstegui, presidente de la Jucopo, dio a conocer que aún no está autorizado el recurso extraordinario por 108 millones de pesos para finiquitar laboralmente a trabajadores que solicitó el pasado 15 de agosto la diputada nuñista Citlali Calixto, entonces presidenta de la Jucupo.
El pasado 31 de octubre, el secretario de Finanzas del Gobierno del Estado, Raymundo Segura Estrada informó que, derivado de los recortes aplicados por la Secretaría de Hacienda al presupuesto que superan los mil 500 millones de pesos para saldar adeudos institucionales, no hay dinero para entregar apoyos extraordinarios a los ayuntamientos, Universidad Autónoma de Guerrero y Congreso de Guerrero para cubrir compromisos laborales.
Sumado a la crisis financiera, esta semana se presentó una crisis política interna en la bancada morenista. El miércoles 30 de octubre, el Tribunal Electoral del Estado de Guerrero resolvió por unanimidad “dejar sin efectos la toma de protesta de Diana Bernabé Vega como diputada de representación proporcional”, y le ordena al Congreso que, un plazo de diez días hábiles, cumpla con la ley que implica declarar vacante la fórmula de Jacinto González Varona y llamar al siguiente en la lista plurinominal, que es precisamente Juan Valenzo Villanueva.
Esta resolución echaría abajo la maniobra que habían hecho los nuñistas para quedarse con las dos diputaciones: la de Jacinto teniendo como suplente a Diana Bernabé, y la de Diana Bernabé teniendo como suplente a María Luis Antonio de la O.
Esta misma semana Jesús Urióstegui declaró que “se debe respetar la ley y llamar al diputado siguiente en la lista”, que en este caso es Juan Valenzo Villanueva, cercano a Félix Salgado Macedonio.
Luego entonces, los nuñistas enfrentan dos situaciones adversas: por un lado fueron exhibidos al no entregar buenas cuentas de su gestión en la legislatura pasada donde Citlali Calixto estuvo al frente de la Jucopo. Por otro lado, la pérdida de una diputación, ya que al parecer el actual presidente de la Jucopo, Jesús Urióstegui, cercano a la gobernadora Evelyn Salgado, les hará cumplir con la resolución del TEEG.
La mala administración de los recursos del Congreso en la legislatura pasada y el perder una curul en el Congreso, debilitaría su campo de acción y poder político para incidir en el proceso electoral 2027, a menos que Rocío Bárcena Molina, viuda de César Núñez, y actual subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, sea capaz de rescatar a los nuñistas.