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Microsoft anunció un ajuste al alza en los precios de sus consolas y accesorios Xbox en diversos mercados, incluyendo Estados Unidos, Europa, Reino Unido y Australia. La medida se produce en un contexto de incertidumbre económica y comercial marcado por nuevos aranceles impulsados por el gobierno estadounidense y respuestas de países afectados. El nuevo precio sugerido para la consola Xbox Series S en Estados Unidos será de 379.99 dólares, un incremento de 80 dólares respecto a su precio original. La Xbox Series X pasará a venderse desde 599.99 dólares, lo que representa un aumento de 100 dólares. La compañía informó que también habrá cambios en los precios de accesorios como controles inalámbricos y audífonos en Norteamérica, así como posibles ajustes en títulos nuevos durante la temporada de fin de año. En una actualización de soporte y un comunicado enviado a la agencia Associated Press, Microsoft explicó que los cambios responden a condiciones del mercado y a un incremento en los costos de desarrollo. La empresa no hizo referencia directa a los aranceles, aunque los analistas apuntan a que las nuevas tarifas han elevado los costos en productos tecnológicos, cuyos componentes dependen de cadenas de suministro globalizadas. El impacto de las políticas arancelarias también ha afectado a otros fabricantes. Sony incrementó recientemente el precio de la consola PlayStation 5 en regiones como Europa, Oriente Medio, África, Australia y Nueva Zelanda, mientras que Nintendo retrasó las preventas de su consola Switch 2 y anticipó aumentos en el costo de algunos accesorios. El aumento de precios de Xbox fue informado un día después de que Microsoft reportara ingresos por 70,070 millones de dólares en el trimestre de enero a marzo, con ganancias netas por 25,800 millones. Durante ese periodo, su unidad de computación personal, que incluye productos Xbox, registró un crecimiento del 6% en ingresos. Sin embargo, esos resultados fueron obtenidos antes de que entraran en vigor muchos de los aranceles más recientes. Expertos advierten que las consecuencias económicas derivadas de estos ajustes comerciales podrían reflejarse con mayor claridad en los próximos trimestres.
