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Hablando de la Reforma de Pensiones III

Por Humberto Luna Marín Una vez conocida la propuesta del presidente López Obrador para reformar los sistemas de pensiones del IMSS y del ISSSTE, para que los trabajadores afiliados a dichos institutos de seguridad social alcancen una taza de reemplazo lo más cercana posible al 100%; es decir que se

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Por Humberto Luna Marín

Una vez conocida la propuesta del presidente López Obrador para reformar los sistemas de pensiones del IMSS y del ISSSTE, para que los trabajadores afiliados a dichos institutos de seguridad social alcancen una taza de reemplazo lo más cercana posible al 100%; es decir que se pensionen con el salario o sueldo del último año laborado.

Es pertinente mencionar los principales aspectos de la iniciativa:

  1. Pensión tope equivalente al salario promedio registrado ante el IMSS en 2023 igual a $16,777.68 más la inflación esperada para 2024 y actualizable cada año. Para trabajadores de la Ley IMSS de 1997 y de la Ley ISSSTE 2007, de manera que las figuras de pensión garantizada de ambas leyes desaparecerían, como dato diremos que la del monto de la Pensión Garantizada de 2021 apenas rebasó los CUATRO MIL PESOS.
  2. Para hacerse acreedores a la citada pensión las personas trabajadoras deberán cumplir con el número de semanas cotizadas y 65 años de edad para las del IMSS y 65 años para las del ISSSTE.
  3. El fondo inicial llamado por el presidente AMLO Fondo Semilla será de 64 mil millones de pesos.
  4. El Fondo que pretende crearse será un fondo complementario y paralelo a los recursos que concentra el SAR y operan las AFORES.

Según datos del Instituto Mexicano de Población IMCO y del Consejo Nacional de Población para el año 2050 la población mayor de 65 años llegará a 26.8 millones de personas y el costo de las pensiones no contributivas alcanzará la suma de 2.08 billones, por cierto igual al pasivo laboral actual de PEMEX.

Los críticos de AMLO y la 4T cuestionan acerca de cómo incrementar el capital semilla, puesto que algunas cantidades serían por única vez como los recursos de los organismos que se pretende extinguir.

Por el momento hasta la oposición parlamentaria anunció que votará a favor de la propuesta, bueno al menos el PRI así lo manifestó.

Nos parece loable y benéfico que las iniciativas del presidente López Obrador vayan en el sentido de favorecer a la clase trabajadora, tanto la de las pensiones como la del salario mínimo. Paradójicamente una lucha por los trabajadores sin el concurso de los trabajadores o por lo menos de sus representantes sindicales, es la triste realidad de los que producen la riqueza en nuestro país.

No obstante, los sistemas de pensiones y de seguridad social en México tienen un espectro mucho más amplio y complejo, a los cuales se tiene que atender en algún momento, los daños ya sabemos quién los causó ahora necesitamos que se reparen.

Si tomamos en cuenta que existen por lo menos 100 sistemas de pensiones con alrededor de MIL modalidades diferentes, por ejemplo las entidades federativas y sus municipios respectivos, las universidades, las instituciones de educación media superior, PEMEX y CFE que corresponden al Gobierno Federal, así como el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, Nacional Financiera y varios más.

Para analizar un sistema de pensiones se debe recurrir a una serie de factores para elaborar cálculos actuariales, siendo uno de esos factores el o los salarios de los futuros pensionistas.

Ahora bien, según OXFAM en México y el mundo los ingresos del 99% de la población han disminuido y los megamillonarios han acrecentado sus fortunas hasta en 100%. La misma fuente informa que México se encuentra entre el 25% de los países más desiguales, de manera que en estos países no basta tener un trabajo para escapar de la pobreza.

Por otra parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico informa que México ocupa el lugar número 11 en nivel de ingresos en América Latina con un promedio de $259.00 dólares mensuales, por debajo de países como Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Honduras, Nicaragua y El Salvador; por encima de Colombia, Panamá, Perú, Brasil, República Dominicana, Argentina, Cuba, Venezuela y Haití.

Como vemos el tamaño de la economía mexicana considerada la más grande del mundo de habla hispana, no se corresponde con las ganancias del capital y su relación con el ingreso de la clase trabajadora; a pesar de que la Secretaría de Hacienda informa que en 2023 la masa salarial creció en un 4.4% y los salarios reales lo hicieron en un 5.9%.

De manera que, si queremos que el porcentaje de las pensiones se eleve considerablemente para tener acceso a condiciones de bienestar de los jubilados, es condición fundamental que haya mejores salarios. Insistimos no puede haber pensiones dignas sin ingresos dignos y estabilidad en el empleo.

Sin embargo, las mejoras en las condiciones de vida para las y los trabajadores mexicanos, no podrán lograrse sin la intervención de los sindicatos, resulta preocupante que ante las propuestas gubernamentales de mejoras para la clase trabajadora el grueso de los sindicatos brillan por su ausencia. La participación de los trabajadores es otro de los factores fundamentales o corrigiendo el factor fundamental.

Como señalamos en el artículo anterior haciendo alusión a los casos de las instituciones de educación superior autónomas por ley y las entidades federativas, entre otras instituciones en las que existen discrecionalidad, clientelismo, corrupción, impunidad y patrimonialismo; es urgente poner orden, debe haber mecanismos que obliguen a quienes manejan los recursos a que rindan cuentas, autonomía y soberanía no son sinónimos de discrecionalidad y corrupción.

Vale la pena preguntar a los gobernadores surgidos de las filas de MORENA, ¿que están haciendo o que piensan hacer al respecto?

Otro factor en las pensiones son las cuotas y aportaciones y si estas se siguen topando en UMAs, es obvio que los ingresos de los institutos de seguridad social irán a la baja, lo mismo que los fondos de pensiones.

Por lo que se refiere a la CONSAR y al Comité de Riesgos de Inversión, cabe hacer la recomendación de que para el caso de las minusvalías obliguen a las Siefores y Afores a cumplir con el Artículo 44 de la Ley del SAR el cual dice que las minusvalías deben ser cubiertas por las Afores y Siefores, este artículo está redactado conforme a los lineamientos y disposiciones del Código Fiscal de la Federación, el Código de Comercio y el Código Civil federales que regulan los contratos de depósito, por lo cual debe derogarse el Artículo 44 Bis que es el que se ha venido aplicando desde 2009. Así mismo existen otros artículos de la Ley SAR que no se cumplen parcial o totalmente, siempre en detrimento de las y los trabajadores.

Acerca del PENSIONISSSTE, proponemos que en su carácter de afore y toda vez que cobra las comisiones más bajas, no reporta minusvalías, reinvierte las ganancias en los saldos de sus afiliados, por lo tanto da los mejores rendimientos; sería benéfico que incremente su cobertura a nivel nacional para cooptar trabajadores del sistema IMSS. Incluso podría utilizar la infraestructura de los bancos de Bienestar.

Todos queremos un país con mejores condiciones de vida para todos y el que no, que lo manifieste, sin embargo requerimos de políticas públicas como: mejorar la infraestructura en las entidades federativas más pobres, como se hizo en el sureste, fortalecer la educación media superior para su mayor matriculación y en el bachillerato técnico incluir una materia de conocimientos básicos de derecho del trabajo, impulso a la educación tecnológica, crear una política industrial para alcanzar niveles de competitividad internacional, es urgente incursionar en la tecnología de frontera, como inteligencia artificial, biotecnología, fuentes alternativas de energía, una política fiscal progresiva, impuesto a las herencias, combatir las desigualdades raciales y de género, pero sobre todo las de carácter económico; que las autonomías, las soberanías y los cargos públicos no sean pretexto para la rendición de cuentas, sino todo lo contrario.

Para recuperar fuentes de riqueza que fueron entregadas durante todo el período neoliberal es necesario nacionalizar sectores como el de la minería, por ejemplo.

En resumen, obtener pensiones con el monto del último salario, puede seguir siendo una meta digna de alcanzar y de seguir luchando por ella, los millones de trabajadores afiliados al Seguro Social y al ISSSTE tienen derecho a disfrutar de una jubilación digna, hay que recuperar el significado de esa palabra. Pero además los trabajadores de la economía social también merecen tener una jubilación; resulta injusto que hoy día existan en México modalidades de pensión que rebasan el 100% del último salario, mientras que otros malamente alcanzaron el 30 o 40 % y otros ni a eso llegarán como el grueso de los profesores de la UNAM.

Por último, es imprescindible discutir un cambio de esquema con todas las visiones, opiniones y conceptos que se tengan a la mano; con respeto me dirijo a compañeros, amigos y conocidos que consideran que los sistemas originales eran la panacea; claro que fueron un logro y un avance en su momento, pero la meta de Ley del Seguro Social de 1943 con 700 semanas cotizadas y 60 y 65 años de edad fue inalcanzable para miles y miles de trabajadores que contribuyeron y nunca se jubilaron.

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