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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el brote de Mpox, conocida comúnmente como viruela del mono, como una emergencia de salud pública de interés internacional, señalando un incremento preocupante de casos a nivel global.
Este virus, identificado por primera vez en humanos en 1970, ha visto un aumento significativo en su transmisión, especialmente preocupante en la Región Africana y ahora presente en varias regiones del mundo.
¿Cómo se transmite la Viruela del Mono (MPox)?
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha señalado que la transmisión del virus entre personas ocurre principalmente a través del contacto estrecho de piel con piel o mucosas, especialmente durante relaciones sexuales.
Una vez que el virus entra en el organismo, puede extenderse a miembros de la familia y parejas sexuales, aumentando el riesgo para aquellos con múltiples parejas.
Además, el contagio es posible a través de objetos contaminados como ropa o ropa de cama, y mediante heridas punzantes en contextos sanitarios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), otros entornos como los salones de tatuajes también podrían facilitar la transmisión del virus.
¿Tiene cura la Viruela del Mono (MPox)?
Según datos proporcionados por la OMS, no existe un tratamiento específico para el Mpox, aunque la enfermedad suele ser auto-limitada y la mayoría de los pacientes se recupera sin necesidad de intervención médica.
Sin embargo, en algunos casos puede ser grave, especialmente en niños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
La OMS y la Organización Panamericana de la Salud han enfatizado la importancia de la vigilancia y la prevención, especialmente en países donde el virus no es endémico.
Se ha observado que la variante del clado I, predominante en la Región Africana, se asocia con una transmisión sostenida y afecta a un rango más amplio de edades.
¿Cuáles son los síntomas de la Viruela del Mono (MPox)?
Los síntomas del Mpox incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, hinchazón de los ganglios linfáticos, y erupciones cutáneas que pueden ser dolorosas.
Las erupciones evolucionan de lesiones maculares a vesículas y pústulas antes de formar una costra.
En respuesta al brote, la OMS ha instado a los países a mejorar la detección de casos y ha trabajado para facilitar el acceso equitativo a vacunas y tratamientos. Actualmente, se utilizan dos vacunas que, aunque inicialmente desarrolladas para la viruela, han demostrado ser efectivas contra el Mpox debido a la similitud genética entre los dos virus.