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Más de 200 vendedores ambulantes que trabajan en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe denunciaron que el alcalde de Gustavo A. Madero, Ricardo Lozano Reynoso, no ha cumplido con el compromiso de permitirles vender en la zona, acuerdo que, aseguran, fue planteado durante el proceso electoral a cambio de su apoyo en las urnas.
De acuerdo con Jacqueline Romero González, representante del grupo “Chambeando ando”, los comerciantes ofrecen artículos religiosos, juguetes y bebidas a los visitantes del recinto religioso. Indicó que no ocupan puestos fijos, sino que venden de manera itinerante, pero actualmente enfrentan restricciones que les impiden trabajar.
La dirigente afirmó que la mayoría de los integrantes son mujeres indígenas, personas adultas mayores y originarios de Tlaxcala y Estado de México. Señaló que la falta de ingresos ha generado una situación crítica en la economía de las familias involucradas.
Romero acusó además que el director de vía pública de la demarcación, Javier Zamorano Martínez, solicita “derecho de piso” a los vendedores, lo que, aseguró, agrava su situación.
El grupo solicitó a las autoridades de la alcaldía una respuesta inmediata que les permita trabajar en la próxima temporada alta de visitantes a la Basílica. Hasta el momento, el gobierno de Gustavo A. Madero no ha emitido un posicionamiento público sobre las acusaciones.