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Uruapan, Michoacán. — En medio de consignas y reclamos, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, fue recibido con abucheos y protestas durante su arribo al velorio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, asesinado la noche del sábado durante el Festival de Velas en el Centro Histórico de la ciudad.
El mandatario estatal acudió a la funeraria San José, ubicada sobre la avenida Juárez, para expresar sus condolencias a los familiares del edil, conocido como “El Sombrerudo”. Sin embargo, decenas de ciudadanos reunidos en el lugar le exigieron justicia y mayor seguridad, coreando consignas y pidiendo que abandonara el sitio. Algunos intentaron acercarse al gobernador, lo que generó momentos de tensión que fueron contenidos por elementos de seguridad.
Ramírez Bedolla permaneció unos minutos al interior de la funeraria, ofreció el pésame a los deudos y posteriormente se retiró sin emitir declaraciones públicas. A su salida, los asistentes continuaron con las exigencias de esclarecimiento del crimen y de garantías de seguridad para la población.
El asesinato de Manzo Rodríguez, ocurrido la noche del 1 de noviembre durante un evento público en el marco del Festival de Velas, ha generado indignación y consternación en Michoacán. De acuerdo con el Gabinete de Seguridad del Gobierno de México, en el ataque murió el alcalde y uno de los agresores, mientras que dos personas fueron detenidas por su presunta participación.
La Fiscalía General del Estado abrió una investigación para determinar las causas y responsables del atentado. En tanto, autoridades federales y estatales mantienen un operativo de seguridad en el municipio.
El cuerpo del alcalde será homenajeado este domingo en la pérgola municipal, antes de ser trasladado al panteón local para su sepultura. Ciudadanos, familiares y funcionarios locales han exigido que el crimen no quede impune y que se garantice la seguridad en la región, una de las más afectadas por la violencia en el estado.
