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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este sábado una orden ejecutiva que impone aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, y del 10% a los productos chinos. La medida, justificada bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), se basa en argumentos relacionados con el flujo de migrantes indocumentados y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Los aranceles entrarán en vigor este martes, según confirmó la Casa Blanca.
En una publicación en Truth Social, Trump afirmó que la decisión busca proteger a los ciudadanos estadounidenses de las “drogas mortales” y la “inmigración ilegal”. “Hoy he implementado un arancel del 25% sobre las importaciones de México y Canadá (10% para la energía canadiense) y un 10% adicional para China. Esto se hizo a través de la IEEPA debido a la gran amenaza de los inmigrantes ilegales y las drogas que están matando a nuestros ciudadanos, incluido el fentanilo”, escribió.
La imposición de aranceles podría tener consecuencias significativas para las economías de México, Canadá y China, así como para la cadena de suministro global. Entre enero y noviembre de 2024, Estados Unidos importó bienes por un valor de 466,600 millones de dólares desde México, 337,200 millones desde Canadá y 401,400 millones desde China. Los déficits comerciales con estos países fueron de 157,200 millones, 55,000 millones y 270,400 millones de dólares, respectivamente.
Tanto México como Canadá han advertido que responderán con medidas retaliatorias si los aranceles entran en vigor. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó que su país está preparado para una “respuesta contundente e inmediata”. Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que su gobierno tiene “un plan A, un plan B y un plan C” para enfrentar las medidas de Trump, aunque destacó que la economía mexicana es “sólida y estable”.
La decisión de Trump ha generado preocupación entre sectores económicos y políticos en Estados Unidos. El líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, criticó la medida, argumentando que los aranceles podrían aumentar los precios de productos como alimentos, automóviles y gasolina, afectando a las familias de clase media. “Sería bueno que Trump se enfocara en bajar los precios en lugar de aumentarlos”, dijo Schumer.
Grupos agrícolas también expresaron su preocupación, ya que los aranceles podrían desencadenar represalias contra productos estadounidenses, especialmente en un momento de volatilidad en los precios de los commodities y altos costos de insumos.
Además de los aranceles a México, Canadá y China, Trump ha sugerido la posibilidad de imponer gravámenes adicionales a productos como farmacéuticos, chips semiconductores, acero, aluminio y cobre, lo que podría afectar a otros socios comerciales, incluida la Unión Europea. “¿Voy a imponer aranceles a la Unión Europea? Absolutamente”, declaró Trump el viernes en la Oficina Oval.