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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el sábado su intención de imponer aranceles del 30% a las importaciones procedentes de México y la Unión Europea (UE) a partir del 1 de agosto, tras no lograr cerrar acuerdos comerciales amplios con ambos socios. La medida, difundida a través de cartas oficiales publicadas en su red social Truth Social, marca un nuevo episodio en la política comercial estadounidense y ha generado preocupación entre inversionistas y gobiernos afectados.
De acuerdo con el anuncio, estos aranceles serían adicionales a los gravámenes sectoriales ya vigentes, como el 50% a las importaciones de acero y aluminio, y el 25% a los automóviles. Trump justificó la decisión argumentando que busca reducir el déficit comercial y presionar para que sus socios eliminen sus propias barreras arancelarias. La Casa Blanca indicó que, hasta el 1 de agosto, ambos socios tienen margen para negociar y alcanzar acuerdos que moderen o eliminen los nuevos aranceles.
En respuesta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la medida de “perturbadora para las cadenas de suministro transatlánticas”, y advirtió que la UE tomará “las medidas necesarias” para proteger sus intereses, lo que podría incluir represalias comerciales. Por su parte, el gobierno mexicano expresó su desacuerdo durante un encuentro con funcionarios estadounidenses y afirmó que continuará buscando un acuerdo que proteja el comercio bilateral.
El nivel de arancel propuesto para México, del 30%, es inferior al anunciado para Canadá, que alcanza el 35%. Trump argumentó que esta diferencia se debe a los flujos de fentanilo, señalando que México “no ha hecho lo suficiente” para frenar a los cárteles que introducen drogas a Estados Unidos. Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. señalan que la mayor parte del fentanilo incautado proviene de la frontera sur, mientras que el cruce desde Canadá representa solo el 0.2%.
Actualmente, México destina más del 80% de sus exportaciones totales al mercado estadounidense, y desde 2023 es el principal socio comercial de Estados Unidos, por encima de China. Este comercio bilateral ha estado amparado en gran medida por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que permite que alrededor del 87% de las exportaciones mexicanas ingresen sin aranceles. Hasta el momento no se ha especificado si las nuevas medidas afectarán productos amparados por este tratado.
El anuncio de Trump forma parte de una serie de cartas enviadas también a otros 23 socios comerciales, como Japón, Brasil y Canadá, con aranceles propuestos que van del 20% al 50%, incluyendo un arancel especial de 50% para el cobre. Desde su regreso a la presidencia, Trump ha retomado una postura comercial más agresiva, buscando renegociar acuerdos y reducir el déficit, lo que ha generado tensiones diplomáticas con varios aliados.
El gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, reiteró su disposición a seguir negociando antes del plazo establecido, con el objetivo de proteger empleos e inversiones a ambos lados de la frontera. En Europa, la UE también busca alcanzar un acuerdo que evite la entrada en vigor de las medidas, aunque persisten diferencias sobre el acceso mutuo a mercados y el nivel de aranceles que cada parte considera aceptable.