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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado incertidumbre sobre la celebración de la Copa Mundial de la FIFA 2026 y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, sugiriendo que podría trasladar las sedes si considera que las ciudades anfitrionas son inseguras.
La advertencia de Trump surge en un contexto de fricción política, donde varias de las ciudades designadas para albergar partidos del Mundial se oponen a sus políticas migratorias y de seguridad interna.
“Si creo que no es seguro, lo vamos a mover,” declaró Trump desde la Oficina Oval.
Ciudades clave en el torneo como Los Ángeles, Seattle y San Francisco son parte de las 11 sedes estadounidenses que albergarán el primer Mundial tripartita de la historia (junto a México y Canadá) y el primero con 48 selecciones. El mandatario republicano manifestó que si alguna ciudad “va a ser incluso un poco peligrosa para el Mundial”, así como para los Juegos de Los Ángeles 2028, “lo trasladaremos".
Dudas sobre la autoridad presidencial
Aunque la declaración es contundente, no está claro si el presidente estadounidense tiene la autoridad legal para cambiar unilateralmente las ciudades anfitrionas. Tanto la FIFA como el Comité Olímpico Internacional (COI) mantienen acuerdos con las ciudades y comités organizadores locales.
La amenaza, sin embargo, genera presión política sobre las administraciones locales. El resto de las ciudades anfitrionas de Estados Unidos incluyen Atlanta, Boston, Dallas, Filadelfia, Houston, Kansas City, Miami y Nueva York/Nueva Jersey.
Trump concluyó su declaración con un matiz de esperanza: "Pero, espero que eso no suceda”. No obstante, la posibilidad de un cambio de sede de última hora deja en el aire la planificación de dos de los eventos deportivos globales más importantes de la década.
