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Elementos de la Guardia Nacional asumieron la vigilancia de los sistemas de captación de agua Papagayo I y II en Acapulco, tras su liberación luego de una protesta que mantuvo paralizada su operación durante casi siete días.
Los pozos, que abastecen a gran parte de la población del puerto, habían sido tomados por habitantes de al menos 12 comunidades que exigían el cumplimiento de apoyos para damnificados por el huracán John. La protesta afectó el suministro de agua potable para entre 600 y 700 mil habitantes, según informó la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama).
El conflicto concluyó luego de una reunión entre los manifestantes y representantes de los tres niveles de gobierno, incluyendo la gobernadora Evelyn Salgado, la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, y el delegado estatal de la Secretaría del Bienestar, Iván Hernández Díaz. En el encuentro, se acordó el pago de apoyos a las familias afectadas, así como la realización de obras de infraestructura hídrica en las comunidades involucradas.
Marco Antonio Suástegui Muñoz, líder del Consejo de Comunidades Opositoras a la Construcción de la Presa La Parota (Cecop) y mediador en las negociaciones, afirmó que el acuerdo busca garantizar la atención de las demandas de los campesinos sin generar vencedores ni vencidos.
Tras la liberación de los pozos, personal técnico de Capama inició los trabajos de inspección y reactivación de los equipos electromecánicos, que permanecieron inactivos por casi una semana. Hugo Lozano Hernández, director de Capama, indicó que el suministro de agua se restablecerá de manera gradual en las colonias afectadas en un plazo estimado de 72 horas, debido a la necesidad de alcanzar niveles adecuados en los tanques de distribución y reparar posibles fugas.
El único sistema que permaneció operando durante el bloqueo fue el de Lomas de Chapultepec, el cual abasteció parcialmente a la Zona Diamante de Acapulco.
