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Cada semana, TikTok lanza nuevas tendencias virales que no tardan en caer en el olvido antes de dejarle miles de millones de dólares a una industria que usa las llamadas “ideologías de la indigencia y la culpabilidad social” para hacerse de adeptos que compren productos. Porque en TikTok, todo se trata de comprar.
Ahora el núcleo del subconsumo" ('underconsumption core') es una tendencia en TikTok que promueve un estilo de vida más sostenible y consciente que llama a la frugalidad, el minimalismo y la reutilización para prolongar la vida de los productos.
La tendencia se propagó fuera de la plataforma y las búsquedas del término en Google han aumentado un 1.150 % en las últimas semanas, recibiendo mucha atención por parte de los internautas.
Para muchos miembros de la generación Z, TikTok es la principal plataforma para comprar productos, pero, mientras que la industria de 'marketing' prospera, algunos de estos jóvenes internautas creen fomentar un movimiento hacia un bajo consumo de artículos, así como la idea de comprar solamente lo que uno realmente necesita.
"Cada semana, TikTok lanza nuevas tendencias virales que creo que van a caer en el olvido, como sucedió con la 'desinfluencia', el 'minimalism', el desperdicio cero u otros estilos de vida", dijo a TeenVogue el ambientalista estadounidense Isaías Hernández, insistiendo en que la idea de reciclar bienes y adherirse a un modo de vida consciente no es algo novedoso, sino solamente se ha convertido en tendencia. "Creo que tenemos una gran oportunidad de educar realmente a los consumidores sobre las estructuras de poder más grandes, como el problema de la producción en masa", apuntó Hernández.
¿Todo se trata de consumo?
El "núcleo del subconsumo" se asemeja mucho a otra tendencia llamada "desinfluencia", que meses atrás ganó popularidad entre los jóvenes en TikTok. La "desinfluencia" se caracterizaba por un nuevo comportamiento de los creadores de contenido, que publicaban videos que impelían a los usuarios a no comprar todo lo que se recomendaba en la plataforma.
En uno de los muchos videos que impulsaban un modo de vida más sostenible y moderado, el usuario 'loveofarthco' criticó la tendencia al consumo excesivo que a menudo se promueve y amplifica en las redes sociales, confesando que gastaba dinero que no tenía en cosas que ni siquiera necesitaba.
En este sentido, los expertos destacan que los 'influencers' ya no tienen el mismo poder que antes entre el público más joven. Así, según un estudio llevado al cabo por una empresa del análisis de 'marketing', el 45 % de las personas entre 13 y 22 años no creen que los creadores de contenido tengan el mismo poder que antes, mientras que el 53 % confiesa que preferiría comprar algo recomendado por una persona que no sea 'influencer'.
Moda rápida y sobreproducción
En TikTok, que se ha convertido en una plataforma de venta en línea, los usuarios se ven expuestos a miles de anuncios y reseñas que promueven las compras impulsivas de artículos encuadrados en la denominada "moda rápida", un modelo de negocio que se enfoca en la producción de prendas al por mayor, y lo más rápido posible, en respuesta a las tendencias del momento.
El Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) estima que en la actualidad adquirimos un 60 % más ropa que en el año 2000 y que el volumen de ropa que se produce anualmente alcanza para que todas las personas del mundo puedan comprar al menos 20 prendas cada año, esto es, el equivalente a una prenda cada tres semanas. "Se producen entre 80.000 y 100.000 millones de prendas nuevas cada año y una enorme cantidad de ellas acaba en los vertederos", remarcó Elisa Niemtzow, vicepresidenta de sectores de consumo, defendiendo que es necesario poner la tendencia del subconsumo en perspectiva.
Conscientes sin consciencia
En este contexto, estudios recientes indican que los jóvenes se han vuelto muy conscientes acerca de los problemas ambientales, en los que la moda rápida juega un papel directo, como las emisiones de gases de efecto invernadero y los procesos de fabricación que perjudican la vida silvestre, degradan la tierra y contaminan el suelo y el agua. Así, de acuerdo con los datos obtenidos por Pew, el 76 % de los miembros de la generación Z están preocupados por el cambio climático y el 37 % afirma que es su mayor preocupación.
En consecuencia, en vez de promover la idea del "comprar ahora" productos promocionados por los 'influencers', los partidarios del subconsumo optan por usar prendas viejas que tienen desde hace mucho tiempo o combinarlas entre sí, así como llaman a usar maquillaje hasta que se acabe y comprar artículos de segunda mano siempre que sea posible. "La mayoría de las prendas que ves en las compras de la gente son solo prendas de tendencia y no durarán mucho en tu armario, y lo digo como alguien a quien le gusta la moda", sostuvo April Silva, una 'tiktoker' defensora del "núcleo del subconsumo".
Sin embargo, no solo la aspiración a cuidar del planeta y a seguir un modo de vida más sostenible están detrás de la tendencia de "núcleo del subconsumo", sino también los desafíos económicos a los que enfrentan los jóvenes día a día, que hacen que un estilo de vida sostenible sea una buena opción para aquellos que quieran implementar en su vida hábitos financieros "más saludables".
Así, un estudio del Banco de América publicado en junio de este año reveló que la generación Z experimenta importantes dificultades para ahorrar dinero y que casi la mitad (46 %) depende de la ayuda financiera de sus padres. Asimismo, el 57 % no tiene fondos de emergencia para cubrir los gastos de tres meses, mientras que el 30 % admite que no cobran suficiente dinero para ahorrar.
La ansiedad económica juega un papel esencial en ese cambio hacia la simplicidad, destaca Brett House, profesor de economía en la Universidad de Columbia, añadiendo que lo que está pasando es algo parecido al cambio que se experimentó después de la crisis económica mundial de 2008. (Con información de actualidad.rt.com)