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El secretario de Obras Públicas del Ayuntamiento de Chilpancingo, Luis Antonio Luquín Mendoza, denunció que ha sido víctima de una campaña de difamación y de amenazas de muerte tras la aparición de mantas en distintos puntos de la ciudad que lo acusan de tener vínculos con un grupo criminal. En entrevista con el medio Milenio, el funcionario afirmó que también ha sido objeto de extorsiones que incluyen la exigencia de 33 millones de pesos, que debía entregar en el municipio de Tlacotepec.
“Temo por mi vida y por la de mi familia”, expresó durante la entrevista. Relató que recibió una llamada telefónica en la que le solicitaron “una cantidad estratosférica” que no entregó. “También nos quemaron una retroexcavadora”, agregó, como parte de los actos de presión.
El funcionario negó de manera categórica cualquier relación con organizaciones delictivas. “Rechazo rotundamente todo lo que me están señalando, no tengo ningún tipo de nexo con ningún grupo delincuencial, yo solamente me dedico a trabajar por el bien de Chilpancingo”, declaró. Aseguró que estos ataques buscan generar miedo entre las autoridades municipales y la población: “Lo que buscan es que yo me separe del cargo, pero no tengo esa intención”.
Hasta el momento, afirmó que no ha tenido acercamiento ni apoyo por parte del gobierno del estado. “Por parte del gobierno del Estado, insisto, no he tenido ningún acercamiento”, detalló. Señaló que únicamente cuenta con protección de elementos de la policía municipal, asignados por instrucción del presidente municipal.
Ante la falta de respuesta local, anunció que acudirá a la Ciudad de México para presentar el caso ante la Fiscalía General de la República. “Tengo todas las intenciones de subir a la Ciudad de México a poner la denuncia, ya que aquí en el estado no hemos encontrado eco”, explicó.
En relación con las acusaciones de presunto favoritismo en la asignación de obras, rechazó que se otorguen contratos de manera discrecional: “Negamos tajantemente. Aquí se le da trabajo a quien cumpla con los requisitos legales y tenga la competencia adecuada en el mercado”. Explicó que incluso en obras menores se realiza un “pequeño estudio de mercado” para garantizar el mejor precio y calidad.
Finalmente, Luquín Mendoza hizo un llamado a las autoridades federales y estatales para garantizar la seguridad de los funcionarios municipales. “No pido un trato especial, simplemente que me permitan trabajar”, señaló. También pidió a la ciudadanía no dejarse llevar por las acusaciones sin sustento: “Les pido que no se vayan por chismes; mi carrera como funcionario ha sido intachable”.
Los hechos se dan después de la colocación de mantas con mensajes intimidatorios y el incendio de maquinaria en obras municipales. Hasta el momento, las autoridades locales mantienen abierta una carpeta de investigación, pero no se han reportado detenciones.