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La cifra de policías comunitarios de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) asesinados en la emboscada del sábado en Ayutla de los Libres ascendió a 13, confirmó Pedro Sánchez, integrante de la organización, en entrevista radiofónica. La agresión, dijo, fue un “atentado criminal” contra campesinos y obreros que realizaban labores de seguridad comunitaria.
“Hasta hoy me han informado los mismos compañeros que ya van 13 los difuntos de diferentes comunidades. La primera versión fue de ocho, pero lamentablemente siguen perdiendo la vida los que estaban internados en hospitales”, declaró Sánchez en el espacio de Ciro Gómez Leyva.
El representante comunitario explicó que los policías ciudadanos realizaban un recorrido habitual cuando fueron atacados en un paraje de la ruta que conecta El Cortijo con Tecoanapa. “Tal vez aquellas personas ya estaban informadas, ya estaban avisadas y los estaban esperando en el lugar”, señaló, atribuyendo la emboscada a la organización delictiva de “Los Ardillos”.
Sánchez denunció omisiones de las fuerzas federales desplegadas en la zona: “El Ejército ciertamente lo tenemos aquí, pero no han hecho nada al respecto. Hemos pedido apoyo y nos reciben prepotentes, nos dicen que como policías de usos y costumbres no tenemos derecho a defendernos”. Añadió que, pese a los avisos previos sobre la presencia de grupos armados en comunidades como El Tepetate, “los militares no hicieron nada”.
El representante recordó que la UPOEG se constituyó en 2013 mediante asambleas comunitarias y que sus integrantes son nombrados bajo usos y costumbres. “Somos policías ciudadanos con un acta constitutiva avalada por las autoridades de cada pueblo, no somos delincuentes, estamos organizados para defender a nuestras familias”, afirmó.
La organización reiteró un llamado al gobierno federal y a la presidenta Claudia Sheinbaum para que se realicen investigaciones y se sancione a los responsables. “Lo único que pedimos es justicia, queremos que nos atiendan, que vean nuestras necesidades y problemas (…) Si dejamos pasar esto, mañana sufriremos otro atentado; ya no serán solo nuestros compañeros, serán mujeres y serán niños”, advirtió Sánchez.
En contraste, el Gabinete de Seguridad federal informó únicamente del aseguramiento de cuatro vehículos en Ayutla, sin precisar el número de víctimas ni referirse a la emboscada contra la UPOEG. Este silencio generó reclamos de la organización, que acusó estar “a la intemperie con tanta delincuencia”.
La UPOEG también solicitó atención urgente a las familias de los policías comunitarios asesinados. “¿Qué se va hacer ahora con ellos?, ¿quién va a solventar las necesidades de los niños huérfanos que quedaron, de las viudas?”, cuestionaron en sus comunicados.
Sánchez concluyó su intervención subrayando que la violencia persistirá si no hay acción gubernamental: “Queremos el respaldo, queremos el apoyo y la seguridad de nuestro gobierno (…) No estamos en contra, pero sí queremos que hagan su trabajo como debe de ser”.