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En medio de los Juegos Olímpicos de París, la ciudad experimentó un apagón masivo la noche del sábado 27 de julio, generando una atmósfera de tensión entre los residentes y turistas.
El corte de luz, que tuvo lugar alrededor de las 23:00 horas locales, afectó diversas zonas de la capital francesa, dejando a miles sin electricidad, aunque el servicio fue restablecido en minutos en la mayoría de los hoteles y áreas residenciales.
El incidente intensificó las operaciones de seguridad en la ciudad. Según reportes, las patrullas policiales incrementaron su vigilancia, observando de cerca a vehículos, ciclistas y peatones.
En una acción particular, la policía desalojó a un hombre de la estación Auber para revisar su maleta, y en otro evento, un conductor fue rodeado por cinco patrullas y obligado a abrir la cajuela de su automóvil.
Estas medidas de seguridad, aunque necesarias, provocaron miedo entre la población, ya que muchos asociaron el apagón y las respuestas de las autoridades con la posibilidad de un ataque o situación de riesgo.
No obstante, el corte eléctrico no afectó el desarrollo de los eventos deportivos, dado que ocurrió fuera del horario de competencias.