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Sheinbaum defiende política arancelaria y descarta choques comerciales con otros países

La presidenta aseguró que los nuevos aranceles no buscan confrontación internacional, sino proteger el empleo y fortalecer la industria nacional.

Presidenta y secretario de Economía, mañanera.

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México.- La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que México no pretende confrontarse con ningún país tras la aprobación de un nuevo paquete de aranceles que afecta a naciones sin tratado comercial, entre ellas China, y subrayó que se trata de una estrategia previamente diseñada para fortalecer la economía nacional.

Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que las medidas forman parte del Plan México, presentado desde el inicio de su gobierno, y negó que se trate de una reacción improvisada. “No queremos enemistad con ningún país; son decisiones acordadas con sectores empresariales e industriales para fortalecer el empleo y el desarrollo de México”, señaló.

Sheinbaum indicó que el gobierno mantiene canales de diálogo abiertos con las naciones involucradas, a través del secretario de Economía, Marcelo Ebrard; la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el cuerpo diplomático. Entre los países con los que México no tiene acuerdos comerciales y con los que se sostienen conversaciones figuran China, Corea del Sur, Rusia, India, Indonesia, Brasil, Tailandia, Ucrania y Turquía.

Las declaraciones se producen luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de China solicitara a México frenar la imposición de aranceles de hasta 35% a productos asiáticos, al considerar que estas medidas contravienen los principios de la globalización económica. Pekín pidió que las decisiones se adopten en favor de la relación comercial bilateral.

El paquete aprobado contempla aranceles para sectores como el automotriz, textil, calzado, plástico, electrodomésticos y otros once rubros, con el objetivo de impulsar la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones. Sheinbaum reiteró que las medidas no están dirigidas contra un país específico, sino que aplican exclusivamente a aquellos con los que México no mantiene tratados comerciales.

La presidenta aseguró que el nuevo esquema no generará presiones inflacionarias ni encarecerá los alimentos. “No va a haber inflación derivada de estas medidas. A muchos productos intermedios se les dejó el arancel previo para evitar impactos en los precios”, explicó, al insistir en que la prioridad es preservar los empleos existentes y crear nuevos a través de la inversión pública y privada.

Según el gobierno federal, la aplicación de los aranceles permitirá una recaudación anual superior a los 30 mil millones de pesos.

Por su parte, Marcelo Ebrard enfatizó que la política arancelaria no discrimina por país de origen, sino que busca proteger industrias estratégicas establecidas en México. “No se cobra un arancel por el país donde se fabrica el producto, sino para defender una industria nacional y los empleos que genera”, sostuvo.

El titular de Economía advirtió que, de no aplicarse estas medidas, podrían perderse hasta 350 mil empleos, principalmente en entidades con fuerte presencia industrial como Nuevo León, Estado de México, Guanajuato, Puebla, Jalisco, Coahuila y Querétaro, entre otras.

Ebrard reconoció que el impacto en precios sería marginal. “Hicimos un cálculo fracción por fracción y estimamos un efecto de alrededor de 0.2%, a cambio de proteger 350 mil empleos”, concluyó.

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