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México.- El Coordinador de Asesores de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, aseguró este viernes que México es, junto con Brasil, uno de los países de América Latina donde más creció la clase media desde 2018, periodo en el que comenzó la administración de la llamada Cuarta Transformación (4T).
Durante la conferencia “Mañanera del Pueblo” de la jefa del Ejecutivo capitalino, Claudia Sheinbaum, Ramírez Cuevas afirmó que la pobreza por ingresos en México disminuyó del 35.5% de la población en 2018 al 21.7% en 2024, mientras que la clase media pasó a integrar a 12 millones de personas, superando por primera vez a los pobres, según cifras del Banco Mundial.
La presidenta Sheinbaum celebró estos resultados como un “brinco histórico” y sostuvo que hoy el 39.6% de la población se encuentra en la clase media. Recordó que en 2000, la clase media representaba apenas 18.1% y la pobreza afectaba a 55.1%, mientras que bajo Enrique Peña Nieto se elevó al 27.2% y 35.3%, respectivamente.
Sin embargo, analistas y especialistas en economía advierten que estas cifras deben interpretarse con cautela. La definición utilizada por el Banco Mundial considera como clase media a quienes perciben más de 17 dólares diarios (aproximadamente 340 pesos), un umbral que expertos locales consideran insuficiente para cubrir gastos básicos en la actualidad. Por ejemplo, un hogar promedio requiere más del doble de esa cifra para vivienda, alimentación, transporte y educación.
“El crecimiento de la clase media medido solo por ingresos diarios puede dar una imagen engañosa. La gente puede superar los 17 dólares al día y aun así vivir con inseguridad económica, sin acceso estable a salud, educación o vivienda digna”, señaló un economista consultado.
Además, los datos presentados por la administración omiten considerar la inflación, el aumento en precios de servicios y alimentos, y la precarización laboral que afecta a millones de trabajadores. Esto deja en duda si el “aumento histórico” de la clase media refleja una mejora real en calidad de vida o solo un cambio en los indicadores oficiales.
La comparación con Brasil, país con dinámicas económicas y sociales muy distintas, también genera cuestionamientos. Expertos en desarrollo social sostienen que la narrativa del gobierno podría centrarse más en la propaganda política que en un análisis riguroso del bienestar de la población.
Aunque las cifras del Banco Mundial muestran un descenso en la pobreza y un crecimiento de la clase media, especialistas advierten que estas estadísticas no necesariamente representan una mejora tangible en el día a día de millones de mexicanos.
