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Chilpancingo, 20 de febrero de 2024.- El titular de la Secretaría General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez pidió este lunes a los cuatro obispos de Guerrero a no inmiscuirse en temas que le competen exclusivamente a las autoridades gubernamentales, sino a enfocarse a sus funciones pastorales.
Entre otros temas, también negó que el Gobierno Estatal haya autorizado nuevas concesiones de placas para taxis y urvans para el transporte público de Chilpancingo y se las hayan repartido los grupos delictivos Los Tlacos y Los Ardillos como parte de una tregua que pactaron para parar la violencia en la capital.
Este domingo, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González; y los obispos de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández; de Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta; y de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, emitieron un comunicado para fijar una postura ante el incremento de los hechos de violencia en la entidad.
En ese sentido, pidieron a los tres niveles de gobierno a que no se dejen rebasar por los grupos criminales y a «que superen cualquier actitud de indiferencia ante aquellos que los eligieron para gobernar».
Y es que explicaron que «el descontento social aumenta ante el clima de impunidad» y advirtieron que «algunos pueblos empiezan a asumir roles que corresponden a las fuerzas del orden».
Por su parte, a los grupos delictivos les pidieron a «que cesen sus abusos en contra de las personas, de las familias, de los pueblos y ciudades».
Entrevistado este lunes para conocer su opinión, el encargado de la política interna contestó que el Gobierno Estatal ha estado realizando su trabajo para garantizar la seguridad, por lo que, consideró, los líderes religiosos «deben hacer el suyo».
«Nosotros estamos en nuestra ruta de trabajo, no estamos de ninguna manera al margen de estos temas; hemos estado trabajando en materia de seguridad y lo vamos a seguir haciendo», aseguró.
Insistió que los obispos deben de cumplir con la misión que les corresponde, puesto que «difícilmente van a poder resolver un tema de seguridad que corresponde al estado».
Esto último en referencia a los diálogos que llevaron a cabo con los cabecillas de las células criminales que operan en el estado para que pactaran una tregua, pero que fracasó.
Dijo que una negociación con grupos criminales, siempre va a estar el interés de ellos mismos y no el de la población civil, de modo que descartó cualquier tipo de diálogo entre narco-gobierno.
Con relación a lo que reveló el obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, de que el Gobierno Estatal autorizó 135 nuevas concesiones de placas para taxis y urvans y que se repartieron los grupos delictivos de Los Tlacos y Los Ardillos como parte de una tregua que llevaron a cabo el miércoles pasado para terminar con la violencia en la capital, el funcionario negó que haya ocurrido así.
«Es una total mentira», dijo.
