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Vector Casa de Bolsa, propiedad del empresario Alfonso Romo, exjefe de Oficina de la Presidencia con AMLO, ha anunciado la transferencia de la totalidad de sus cuentas de inversión a Finamex Casa de Bolsa. El movimiento llega meses después de que la firma fuera señalada por el gobierno de Estados Unidos en una investigación por presunto narcolavado, un factor que, aunque omitido en el comunicado oficial, parece ser la sombra que motiva la decisión.
El anuncio, presentado por Vector como una "rigurosa y responsable" búsqueda de "continuidad, estabilidad y seguridad" para sus clientes, levanta serios cuestionamientos sobre el verdadero estado de salud de la institución y el impacto de las acusaciones internacionales.
La sombra de la OFAC y el "legado" institucional
Vector, con más de 50 años de trayectoria, insistió en que la transferencia a Finamex, una firma con similar longevidad y reconocida solvencia, fue la mejor alternativa. Sin embargo, resulta inevitable conectar esta "transferencia ordenada" con el escándalo que estalló al ser vinculado a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE. UU.
El comunicado se esfuerza en deslindar la operación de cualquier drama: "no se trata de una fusión, ni de una adquisición de la licencia ni de la sociedad anónima denominada Vector, sino exclusivamente de una transferencia de cartera y activos de clientes". Esta precisión busca proyectar una imagen de normalidad operativa, pero en el sector financiero se lee como una retirada estratégica y quirúrgica para proteger el negocio del contagio de la mala reputación o de futuras acciones regulatorias o legales derivadas de las indagatorias.
¿Qué implica la transferencia?
La operación, que aún requiere la autorización regulatoria, busca ser transparente y segura para los inversionistas:
1. Continuidad Garantizada: Vector asegura que las inversiones, contratos y condiciones permanecerán "íntegros y respaldados", custodiados por las mismas instituciones (como el Indeval), eliminando la necesidad de trámites complejos para los clientes.
2. Concentración del Mercado: En términos de activos, la suma de las carteras de Finamex ($139 mil millones) y Vector ($33 mil millones) crea un actor más grande, que en conjunto concentrará cerca del 15.36% de los activos totales de las casas de bolsa mexicanas.
3. Movimiento Adicional de Fondos: Finamex también adquirirá las acciones de Vector en 21 fondos de inversión, lo que consolida su control sobre una parte significativa del manejo de activos de la firma saliente.
El hecho de que el dueño de Vector sea Alfonso Romo, una figura clave y muy cercana al presidente López Obrador, agrega una capa de complejidad política al caso. Su casa de bolsa se repliega del mercado bursátil en México luego de ser marcada por una autoridad extranjera.
La pregunta que queda en el aire es si esta transferencia es suficiente para disipar las dudas que rodean a la operación de Vector o si simplemente marca el cierre de un capítulo incómodo para su propietario y la apertura de una nueva fase para Finamex, que ahora asume el reto de integrar una cartera bajo una lupa internacional.