Skip to content

Sacerdote señalado en video con 'Los Ardillos' niega participación y lo califica de “fotomontaje”

El sacerdote rechaza la evidencia desde el púlpito y acusa a “medios que quieren dividir”.

Reunión de Norma Otilia con jefe de Los Ardillos.

Table of Contents

Guerrero.- El nombre del sacerdote Antonio Salgado Bravo, de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, irrumpió este fin de semana en la narrativa del video que exhibió a la exalcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, reunida en julio de 2023 con Celso Ortega, cabecilla del grupo delictivo Los Ardillos.

Un reportaje publicado la noche del viernes por La Saga, de Adela Micha, reveló una fotografía del video original, en la que —afirma el medio— aparece el sacerdote sentado en la misma mesa que la entonces presidenta municipal. La pieza periodística, titulada Sacerdote se reúne con Los Ardillos: acerca criminales con políticos, circuló justo cuando Hernández promueve su libro La trampa perfecta en la FIL de Guadalajara, obra en la que atribuye a actores políticos la manipulación del video para destruirla.

El desmentido desde el púlpito

La respuesta del clérigo llegó este domingo, desde la catedral de la Asunción en Chilapa. Al terminar la misa, transmitida por Facebook, Salgado Bravo pidió a la feligresía “no creer” lo que circula en redes y aseguró que la imagen difundida es un “fotomontaje”.

Por cierto, ahí anda corriendo un video en el Facebook, no le hagan caso. Yo hubiera querido estar ahí, pero no estoy ahí, es un fotomontaje”, dijo entre risas nerviosas, antes de invitar a su comunidad a “rezar por su paz” y a responder en redes sociales a su defensa: “Háganlo, ustedes me conocen… ¿de qué me quieren acusar?”.

El sacerdote insistió en que su labor ha sido “trabajar por la unidad”, y acusó a “medios de comunicación que hacen dudar de la acción de Dios y de la Iglesia”, a los que atribuyó la difusión del video.

La versión de Norma Otilia y la pieza faltante

En su libro y en diversas entrevistas, Hernández Martínez ha reiterado que la grabación fue editada para recortar la mesa y ocultar a quienes la acompañaban. Afirma que la reunión fue gestionada por “un religioso”, sin mencionar su nombre, y que jamás fue advertida de que vería a un líder criminal.

Según la narración de La Saga, la aparición de Salgado Bravo en el video respalda esa versión: que hubo más personas en la mesa, que alguien las retiró deliberadamente de los fragmentos difundidos en 2023 y que la edición habría servido para vincular únicamente a la alcaldesa con Los Ardillos en un momento de alta conflictividad en Chilpancingo.

Más preguntas que respuestas

La incursión del sacerdote en la discusión abre un nuevo frente en un caso marcado por silencios y omisiones. ¿Quién controlaba el video original? ¿Por qué se difundió mutilado? ¿Por qué se borró a quienes estaban ahí, incluidos —según la nueva evidencia— actores religiosos?

Mientras la exalcaldesa acusa una “trampa política” y el sacerdote niega toda implicación, el video vuelve a colocar sobre la mesa el papel de intermediarios religiosos, las redes de poder locales y la frágil frontera entre política, crimen organizado e instituciones que, históricamente, han mantenido influencia en la región.

Por ahora, la disputa se libra entre púlpitos y plataformas digitales. El Cielo, a diferencia de las redes, no tiene botón de reproducción lenta.

Latest