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Rusia se ha convertido en uno de los protagonistas del Salón Aeronáutico de Dubái, inaugurado este lunes, donde presenta más de 850 productos militares y de defensa. La muestra incluye desde avanzados sistemas de aviación hasta sofisticados equipos antiaéreos y drones, reflejando la estrategia de Moscú de consolidar su presencia en el mercado global de armas.
Entre los equipos más destacados se encuentra el caza de quinta generación Su-57E, acompañado de su arsenal de aviación, que ha sido ampliamente utilizado en la denominada “operación militar especial”. Junto a este, se exhibe el helicóptero de ataque Ka-52, capaz de operar en condiciones extremas, y el sistema antiaéreo Pántsir-SMD-E, diseñado para neutralizar amenazas aéreas de alta precisión. Estas aeronaves participarán en demostraciones de vuelo, ofreciendo a los asistentes un vistazo a su desempeño en tiempo real.
Rosoboronexport, la firma estatal rusa encargada de la exportación de armamento, también despliega una variedad de aeronaves y equipos de apoyo. Entre ellos destacan:
El avión de entrenamiento modernizado Yak-130M, preparado para la formación de pilotos tácticos avanzados.
El helicóptero multifuncional Ansat, capaz de realizar misiones de transporte y evacuación médica.
El avión de transporte pesado Il-76MD-90A, clave en operaciones logísticas de gran escala.
Sistemas de drones Orlan-10E y Orlan-30, utilizados tanto para reconocimiento como para operaciones tácticas.
Motores de última generación como el VK-650V, destinado a helicópteros ligeros, y el 177S, diseñado para aviación táctica operativa.
La presencia de Rusia en el Salón Aeronáutico de Dubái subraya su interés por consolidar relaciones estratégicas y comerciales en Medio Oriente y otros mercados internacionales, mostrando su capacidad tecnológica y militar en un contexto donde las exportaciones de defensa son un instrumento clave de influencia global.