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La presidenta Claudia Sheinbaum declaró que su gobierno esperará el resultado de la votación en el Senado estadounidense sobre el impuesto del 3.5% a las remesas antes de anunciar medidas específicas de apoyo para Guerrero, Michoacán y Guanajuato, los estados que resultarían más afectados por esta medida.
Ante la pregunta de Bajo Palabra sobre un posible "plan B" en caso de aprobación del gravamen, la mandataria respondió: "Primero lo primero. Vamos a tratar de informar a todos los senadores del impacto que tiene el impuesto a las remesas". Explicó que la estrategia inmediata se centra en evitar que se concrete la medida mediante acciones diplomáticas y de incidencia política.
Sheinbaum detalló que el gobierno mexicano está implementando acciones concretas mientras se espera el desenlace legislativo en Washington: "Los senadores mexicanos de todos los partidos viajarán la próxima semana para presentar argumentos a sus homólogos estadounidenses. Paralelamente, nuestro canciller y el Departamento de Estado están trabajando en el ámbito diplomático, recordando que existe un convenio firmado en 1992 que prohíbe la doble tributación".
La presidenta enfatizó que "los migrantes mexicanos ya pagan impuestos en Estados Unidos. Sería injusto que ahora tengan que pagar nuevamente por enviar dinero a sus familias". Sin embargo, al ser cuestionada sobre un posible "Plan B" en caso de que se apruebe el gravamen, Sheinbaum respondió: "Vamos primero a lo primero. Estamos concentrados en evitar que esto se apruebe".
El impuesto, incluido en el paquete fiscal republicano, afectaría directamente a estados como Guerrero, Michoacán y Guanajuato, donde las remesas representan más del 10% de la economía local. En 2024, México recibió 64,700 millones de dólares en remesas, equivalentes al 3.5% del PIB nacional, según datos de Banxico.
Mientras el Senado estadounidense prepara su votación para la tercera semana de junio, el gobierno mexicano mantiene su postura firme: "Que quede claro: este impuesto afectaría principalmente a los más pobres de nuestro país. Como gobierno, estamos para apoyar a nuestro pueblo y no lo dejaremos solo", concluyó Sheinbaum.
Analistas económicos advierten que, de aprobarse, el impuesto podría generar pérdidas por más de 2,200 millones de dólares anuales para las familias mexicanas, además de potencialmente desplazar una parte de las remesas hacia canales informales.