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Recorte de Trump al NOAA de EU podría afectar monitoreo de huracanes en México

El proyecto presupuestal de la Casa Blanca para 2026 marca que el NOAA recibiría un 40% menos de fondos que durante el año en curso

Ambos países comparten datos, tecnología y modelos de pronóstico

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El recorte presupuestal propuesto por la administración de Donald Trump al Servicio Nacional Oceánico y Atmosférico (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos podría impactar negativamente los mecanismos de monitoreo y pronóstico de huracanes, tanto en ese país como en regiones aliadas, entre ellas México, que mantiene cooperación técnica con esa agencia científica.

De acuerdo con el proyecto presupuestal de la Casa Blanca para 2026, NOAA recibiría un 40% menos de fondos que en 2025, lo que implicaría la eliminación total de su Oficina de Investigación Atmosférica, responsable del desarrollo científico en temas meteorológicos, climáticos y oceánicos. Investigadores y exfuncionarios advierten que esta decisión representaría una “pérdida generacional” para el avance en pronósticos y alertamiento temprano de fenómenos extremos como los huracanes.

La posible desaparición de esta división podría afectar también a México, que mantiene una estrecha colaboración con NOAA a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Ambos países comparten datos, tecnología y modelos de pronóstico con el fin de mejorar la anticipación de ciclones tropicales en el Atlántico y el Pacífico, así como en áreas del Caribe y Centroamérica.

Uno de los componentes clave de esta cooperación es el uso del avión “cazahuracanes”, operado por el 53º Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico de la Reserva de la Fuerza Aérea de EE.UU., que realiza mediciones directas dentro de sistemas ciclónicos. Esta información, compartida con el SMN, permite generar alertas más precisas para la protección civil en ambos países.

Recientemente, dicha aeronave realizó su primer vuelo de la temporada hacia el huracán Erick, que impactó sobre Oaxaca como categoría tres, con el fin de recolectar datos y mejorar los pronósticos.

Expertos como James Franklin, exjefe del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU., señalan que el recorte eliminaría capacidades fundamentales para seguir mejorando los modelos predictivos, cuya precisión ha aumentado significativamente en las últimas dos décadas. Se estima que los avances tecnológicos en pronóstico han contribuido a reducir hasta en $5 mil millones de dólares por huracán en pérdidas económicas y costos de respuesta.

En el caso de México, la coordinadora del SMN, Alejandra Méndez Girón, ha subrayado que la colaboración con NOAA es esencial para prever con mayor exactitud la trayectoria y la intensidad de los ciclones, fenómenos que han impactado al país en más de 270 ocasiones en los últimos 50 años. La información proveniente de NOAA ha sido clave para la planeación de estrategias de prevención y protección civil.

Pese a estas advertencias, la administración estadounidense defiende los recortes como parte de una “transformación tecnológica” del sistema de monitoreo meteorológico. Sin embargo, diversos sectores científicos acusan que la medida responde más bien a una agenda política impulsada por grupos conservadores que minimizan el papel del cambio climático y buscan debilitar la estructura científica pública.

Mientras tanto, exfuncionarios de NOAA alertan que la eliminación de redes de investigación, como las nueve estaciones laboratoriales y 16 institutos cooperativos, pondría en riesgo la continuidad de proyectos que buscan mejorar las alertas por huracanes, lluvias extremas, tornados y otros eventos meteorológicos críticos.

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