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Morelia, Mich. — El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, golpeó de lleno a Morena en Michoacán y desató una serie de interrogantes sobre los niveles de seguridad y la infiltración del crimen organizado en la política local.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla confirmó este lunes que el joven que disparó contra el edil fue abatido por su equipo de seguridad tras un forcejeo, luego de ser detenido en el lugar del ataque.
El agresor fue identificado como Víctor Manuel “N”, de 17 años, originario y vecino del municipio de Paracho, en la Meseta Purépecha. De acuerdo con la versión oficial, el menor fue neutralizado de un solo disparo, aunque el mandatario reconoció que se investiga por qué fue ultimado en lugar de quedar bajo resguardo.
Ramírez Bedolla explicó que Manzo —uno de los cuadros locales más visibles de Morena— se encontraba rodeado por ocho agentes de su equipo cercano y 14 elementos de la Guardia Nacional, lo que abre cuestionamientos sobre cómo el atacante logró acercarse lo suficiente para dispararle.
“El cerco de seguridad se relajó y estamos investigando por qué”, admitió el gobernador.
El mandatario evitó pronunciarse sobre un posible móvil político, aunque aseguró que la Fiscalía estatal debe considerar todas las líneas de investigación, incluida la posible participación de células del crimen organizado que operan en la región de Uruapan, una de las zonas con mayor disputa territorial entre grupos delincuenciales.
El homicidio de Manzo, ocurrido apenas unos meses antes del arranque formal del proceso electoral de 2026, tensa el panorama político en Michoacán, donde Morena enfrenta presiones por la violencia que ha cobrado la vida de varios funcionarios locales en los últimos años.
“La ejecución del alcalde y la muerte del presunto sicario plantean más dudas que respuestas”, dijo un asesor del Gobierno estatal consultado fuera de récord. “Hay inquietud en los municipios morenistas porque nadie entiende cómo pudieron vulnerar ese nivel de seguridad”.
Mientras tanto, la Fiscalía mantiene bajo reserva los avances de la investigación, mientras el gobierno estatal promete esclarecer qué grupo delictivo estuvo detrás del ataque y qué motivó el crimen