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Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) bloquearon este viernes la avenida Ruffo Figueroa, frente a la clínica del ISSSTE en Chilpancingo, para manifestarse contra lo que consideraron el desmantelamiento del banco de sangre que opera en esa unidad desde hace 25 años.
Los docentes advirtieron que la centralización de servicios médicos hacia Acapulco, incluida la desaparición del banco de sangre de Chilpancingo, afectará directamente a los derechohabientes. Según señalaron, actualmente los estudios clínicos se realizan en un lapso de tres días, pero con el traslado los tiempos podrían extenderse hasta 15 días, lo que representa un riesgo para pacientes en estado crítico, sometidos a cirugías o con tratamientos de hemodiálisis.
Tonantzin Yei Beltrán Cortés, integrante de la comisión de prensa y propaganda de la CETEG, afirmó que esta medida incrementará los costos tanto para el hospital como para los derechohabientes, además de aumentar el riesgo sanitario: “Estamos hablando de pacientes de gravedad, de un grupo vulnerable; una demora de esta magnitud puede ser determinante”.
En la protesta, los trabajadores colocaron lonas y consignas en rechazo al traslado de la unidad. También denunciaron que la clínica del ISSSTE en Chilpancingo, al igual que otras en Iguala, padece precariedad en servicios médicos, lo que, dijeron, no es atribuible a los trabajadores, sino a deficiencias estructurales del sistema de salud.
Autoridades acudieron al lugar para proponer una mesa de diálogo, pero los manifestantes rechazaron la oferta, al argumentar que en anteriores ocasiones no se ha alcanzado un acuerdo favorable. “Para ellos es una norma, para nosotros se trata de la salud de los docentes que tienen en sus manos la educación de la nación. No son ocurrencias”, sostuvieron.
La CETEG reiteró que no permitirá el cierre del banco de sangre en Chilpancingo y que mantendrá su movilización hasta garantizar la continuidad de la unidad. “Vamos a luchar por esta área que puede ser un factor de vida o muerte”, concluyó Beltrán Cortés.
