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Ciudad de México.- Los productores agrícolas de México han declarado el fin de la tregua, advirtiendo que "la lucha arreciará" después de levantarse de la mesa de negociación este lunes en la Secretaría de Gobernación (Segob). El desacuerdo central es la exigencia de un precio justo de $7,200 pesos por tonelada de maíz, una cifra que el gobierno federal se ha negado a aceptar.
El Movimiento Agrícola Campesino emitió un comunicado la mañana del martes 28 de octubre, calificando la oferta gubernamental de $6,050 pesos como "una ofensa" y "una burla que condena al hambre a nuestras familias."
La petición a la exigencia
La postura de los agricultores ha pasado de ser un ruego a una demanda innegable. "Ya no estamos pidiendo. Estamos EXIGIENDO," sentenciaron los trabajadores del campo, subrayando que sus demandas son el "mínimo absoluto para la dignidad y la supervivencia del campo mexicano":
· Maíz: $7,200 por tonelada.
· Sorgo: $6,000 por tonelada.
Los manifestantes, que han realizado tomas simbólicas de dependencias y bloqueos carreteros en varios estados, instaron a no dar un paso atrás en su movimiento.
Advertencia a la presidenta
En un llamado directo a la más alta autoridad, los agricultores dirigieron un mensaje a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y al Gobierno de México: "El tiempo de las falsas promesas se terminó. La paz de este país depende de la dignidad de sus agricultores."
La advertencia final es clara y contundente: "O hay precios justos ya, o la lucha arreciará."
Los productores también urgieron a los gobiernos federal y estatales a dejar de ser "juez y parte" y cumplir con su "deber constitucional" de presionar a la industria privada para que pague precios equitativos. Tras reunirse con el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y fracasar en alcanzar un acuerdo, los agricultores exigieron una "mesa de negociación real, abierta y resolutiva" para atender una crisis que, aseguran, ha agotado su paciencia.
