Table of Contents
Un hombre fue asesinado a balazos por agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) luego que tener como rehenes a dos personas, una de ellas, un sacerdote y un secretario, en un centro comunitario anexo a una iglesia ubicada sobre Avenida 606, en la colonia San Juan de Aragón, alcaldía Gustavo A. Madero, en la ciudad de México.
La persona ejecutada, de 41 años, fue instructor de crossfit adjunto a la iglesia de San Jorge, en la Unidad San Juan de Aragón. Aún se investigan los detalles del diferendo que desembocó en la agresión.
Según diversos reportes, el individuo acudió al lugar para reclamar que, hace tres años, fue expulsado de un gimnasio que él mismo había acondicionado. Durante la discusión el hombre sacó un arma de fuego de entre su ropa y tomó como rehenes a dos personas.
Elpidio de la Cruz, subsecretario de Operación Policial de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, informó que el gobierno conoció de la situación de crisis en una iglesia de la alcaldía Gustavo A. Madero cuando se llevaba a cabo la reunión de seguridad. Ante ello, se envió a negociadores de la Unidad Metropolitana de Operaciones Especiales, que dialogaron con él durante dos horas.
Informó que vecinos avisaron al jefe de cuadrante que una persona armada amenazaba a otro hombre que se encontraba en el gimnasio.
Personal de la Unidad Metropolitana de Operaciones Especiales (UMOE) como lo marca el protocolo arribó a centro Comunitario Leonardo Murialdo para dialogar con el sujeto que tomó a los rehenes y negociar su liberación.
Después de tres horas de negociación y sin llegar a un acuerdo, el agresor fue abatido por personal de la SSC luego de haber disparado contra un Policía de Investigación que negociaba con él la liberación de los rehenes.
El hombre armado, identificado como exempleado del recinto religioso, exigía una fuerte cantidad de dinero a cambio de la liberación de los rehenes.
El negociador José Antonio Ríos entró al lugar desarmado e intentó convencer al secuestrador de que se entregara, pero éste amenazó con matar a algunos de los asistentes al gimnasio.
Las armas con las que el rehén era amenazado eran una calibre .22 y un revólver .38. La fiscal de la Ciudad de México, Bertha Alcalde, dijo que la negociación no falló sino que se tuvo que disparar contra el atacante porque había puesto en riesgo tanto a la víctima como a los agentes de la SSPC y Fiscalía que se encontraban en el sitio.
Mientras negociaban, el rehén hizo un movimiento para tomar agua, Luis, el hombre armado, se alteró y disparó contra el negociador de la Fiscalía y le causó una herida en el cuello. El agente tuvo que ser hospitalizado y aunque se encuentra estable, aunque lo reportan delicado.
Apenas sucedió esto, la Unidad Metropolitana de Operaciones Especiales de la SSC reaccionó y abatió a Luis Franco, quien quedó tendido en el gimnasio.