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Un policía blanco de Illinois, Estados Unidos, le disparó a una mujer negra que había llamado a la autoridad para pedir ayuda ante un posible intruso.
El atroz hecho circula en un video cuando Sean Grayson, de 30 años, disparó tres tiros, alcanzando a Sonya Massey una vez en la cara mientras se agachaba para cubrirse en su cocina.
Massey, madre de dos adolescentes, había llamado a la policía por un presunto intruso en su casa de Springfield.
Dos policías llegaron a la casa de la mujer y revisaron los alrededores, sin encontrar nada sospechoso.
Los policías tocaron en la casa y cuestionaron a la mujer si necesitaba ayuda de algún tipo. Ella se puso nerviosa y el interrogatorio continuó dentro de la vivienda.
La conversación siguió de manera relajada, hasta que el policía le pidió quitar de la estufa una olla con agua caliente.
En algún momento de la interacción el oficial le exigió tirar el agua, pero la mujer se puso nerviosa y pidió una disculpa.
El policía sacó su arma y le disparó en tres ocasiones. Posteriormente dijo sentirse amenazado de que la mujer le arrojara el agua caliente.
Un gran jurado acusó formalmente a Grayson, que es blanco, por asesinato en primer grado, un cargo de agresión agravada y un cargo de mala conducta oficial. Se declaró inocente.