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Lima, Perú – La turbulencia política crónica de Perú sumó un nuevo y dramático capítulo la noche de este jueves, con el Congreso de la República destituyendo de forma exprés a la presidenta Dina Boluarte por una aplastante mayoría de 123 votos a favor. En un rápido juicio político y ante la ausencia de la mandataria, el Legislativo declaró la vacancia de su cargo por "permanente incapacidad moral", poniendo fin a un mandato de dos años y diez meses.
La caída de una presidenta sin popularidad
Boluarte, una de las líderes con mínimos históricos de popularidad (entre 2% y 4%) a nivel mundial, fue citada a debatir múltiples mociones de destitución en una sesión convocada a última hora, la cual contó con el apoyo de casi todas las bancadas políticas. Las iniciativas de vacancia avanzaron con más de 113 votos para iniciar el proceso, superando con creces los 52 necesarios.
La mandataria, quien debía presentarse para ejercer su defensa o designar un abogado, optó por no asistir al hemiciclo, lo que aceleró la decisión final de los legisladores.
Las múltiples acusaciones en su contra
Las mociones de vacancia se sustentaron en un cúmulo de graves acusaciones que reflejan la profunda crisis de gobernabilidad y seguridad que atraviesa el país:
1. "Incapacidad moral" y corrupción: La principal moción acusó a Boluarte de presuntos actos de corrupción y de una "permanente incapacidad moral" para gobernar, en un contexto de inseguridad ciudadana creciente, reflejada incluso en ataques a grupos musicales populares.
2. El caso rolex y asesinatos. Otro pedido de destitución la acusó de enriquecimiento ilícito por el presunto uso indebido de relojes de lujo Rolex, y la señaló por la matanza de decenas de personas durante las protestas que estallaron a finales de 2022 e inicios de 2023, tras su ascenso al poder.
3. Impacto económico del crimen: Una tercera iniciativa argumentó que el aumento del crimen y las extorsiones está generando "consecuencias económicas" adversas, como una menor inversión privada y "fuga de capitales".
El fin de una alianza contra naturaleza
Dina Boluarte, quien asumió la presidencia a finales de 2022 tras la destitución de su entonces compañero de fórmula, el izquierdista Pedro Castillo, se mantuvo en el cargo gracias al respaldo de las bancadas de derecha que controlan el Congreso. Paradoxalmente, fueron estos mismos grupos conservadores los que terminaron promoviendo y apoyando su fulminante salida del poder.
Perú consolida así su reputación como el país con mayor inestabilidad política de la región, acumulando seis presidentes desde 2018 por destituciones o renuncias. Este último episodio ocurre mientras el país se prepara para las elecciones presidenciales y legislativas programadas para el 12 de abril de 2026.