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Chilpancingo, Guerrero. — Padres y madres de familia del jardín de niños María Dolores, ubicado en la colonia El Huajal, cerraron temporalmente el acceso al plantel tras reportar la aparición repetida de objetos y marcas que consideran sospechosos en la entrada del edificio. De acuerdo con los testimonios, los hallazgos incluyen quemaduras en el piso y en la puerta, así como una corona funeraria con un retrato colocado frente al acceso principal. Los padres señalan que esta situación se ha presentado al menos en cinco ocasiones durante las últimas semanas.
Ante el cierre, elementos de la policía municipal acudieron a la zona para resguardar la manifestación y evitar incidentes. Mientras tanto, las madres y padres solicitaron la intervención de la Fiscalía General del Estado y de las autoridades educativas, con el objetivo de que se investiguen los objetos encontrados y se determine si representan un riesgo para los estudiantes.
Durante la reunión realizada a las afueras del plantel, un grupo de madres expresó que los hallazgos habían sido reportados previamente a la directora, pero aseguran que no se informó oportunamente a la comunidad escolar. Indicaron también que, según su percepción, la situación fue minimizada e incluso se limpió la zona antes de que los padres pudieran ver la evidencia. Este señalamiento fue parte del desacuerdo que motivó el cierre del jardín de niños.
En respuesta, la directora afirmó que sí notificó a su supervisora y que los hechos se han atendido conforme al protocolo interno. Indicó además que la prioridad es “salvaguardar la integridad emocional y mental de los alumnos”, y señaló que la institución no puede atribuir responsabilidades, ya que lo encontrado se ubica en la vía pública. La funcionaria agregó que los rondines de vigilancia y la colocación de cámaras de seguridad deben gestionarse con el presidente de la colonia y el Ayuntamiento, al tratarse de asuntos fuera del inmueble escolar.
Durante el diálogo, también se expusieron inconformidades previas de algunos padres relacionadas con cambios en actividades escolares, solicitudes de cooperación y decisiones organizativas dentro del plantel. Varias madres señalaron diferencias en comunicación y en la forma de trabajo con la directora desde ciclos anteriores.
La supervisora escolar llamó a los asistentes a reabrir las instalaciones y a establecer acuerdos, subrayando que “la suspensión del servicio no corresponde a las autoridades educativas” y que debe garantizarse el derecho a la educación. No obstante, los padres insistieron en mantener el cierre hasta recibir una respuesta formal sobre las medidas de seguridad y la instalación de cámaras.