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Pescadores del puerto de Acapulco afirmaron que hay temor de navegar en alta mar para pescar por las malas condiciones en las que se encuentran sus lanchas por las afectaciones sufridas por el impacto del huracán Otis.
Al cumplirse 8 meses de la devastación provocada por Otis una de las consecuencias que vive el sector pesquero es la parte psicológica y emocional pues gran parte relata que todavía recuerdan con temor la noche en la el meteoro impactó en Acapulco.
“Nos dejó bien paniquiados Otis nomas vemos las nubes y ya no queremos salir ni a la bahía”, expuso el pescador Lazaro Hernández.
El factor que genera más desconfianza entre los hombres del mar es el estado crítico en el que se encuentran sus embarcaciones pues a 8 meses del meteoro todavía presentan daños considerables.
Asimismo han pedido la intervención de las autoridades para entregar el recurso que se prometió para reparar sus lanchas, las cuales quedaron afectadas en los motores, en los asientos y en los soportes.
“La ayuda que nos han prometido para reparar embarcaciones nunca llegó, nos llegó apoyos para pescadores, pero el que se prometió para las embarcaciones lo seguimos esperando”, reprochó el señor Vicente Perez Mendoza.
Uno de los mecanismo de protección que los pescadores poseen son los chips de rastreo y monitoreo con la capitanía de puerto, los cuales son utilizados en los viajes de pesca en alta mar; sin embargo tras el azote de Otis los chips fueron destruidos y la mayoría de las lanchas ya no cuentan con este mecanismo.
“Compraron otras lanchas nuevas, pero esas ya no tienen chip y así es como tenemos que salir a trabajar”, dijo el pescador Miguel Ángel Cortez Suastegui.
Los hombres de mar ven con una gran lejanía el volver a trabajar como antes pues afirman que después de Otis varios pescadores ya no han querido volver a trabajar y han optado por buscar otras opciones de empleabilidad.
Una cruz y un pequeño altar con veladoras para recordar a sus compañeros que fallecieron es ahora el símbolo al que los pescadores se encomiendan para salir a su trabajo en la bahía de Acapulco.
