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La empresaria tailandesa Jakkaphong “Anne” Jakrajutatip, copropietaria de Miss Universo y considerada una de las mujeres trans más ricas del mundo, se convirtió en el centro de la atención judicial este martes, luego de que un tribunal de Tailandia emitiera una orden de arresto en su contra por no comparecer a un proceso penal por presunto fraude cercano al millón de euros.
La Corte de Bangkok South Kwaeng confirmó la emisión de la orden, aunque no proporcionó detalles adicionales sobre el caso. Según medios locales, “Anne” debía conocer hoy la sentencia de un juicio que investiga irregularidades financieras en el conglomerado JKN Global Group, fundado por la empresaria hace más de una década y del que sigue siendo accionista mayoritaria.
En 2022, Jakrajutatip adquirió Miss Universo por 20 millones de dólares, consolidando su posición en el sector mediático internacional. Sin embargo, la magnate renunció a la dirección de JKN en junio, después de que la Comisión de Bolsa y Valores de Tailandia confirmara investigaciones contra ella y su hermana, Pimuma, por presuntas declaraciones financieras falsas y registros contables incompletos, especialmente durante el primer trimestre de 2024, cuando la compañía vendió el 50% de Miss Universo al empresario mexicano Raúl Rocha.
A pesar de haber dejado su cargo, “Anne” mantuvo una relación pública cercana con Miss Universo hasta finales de octubre. Desde noviembre, su ausencia de eventos y la eliminación de su perfil en el sitio web de JKN, donde aún posee más del 26% de las acciones, alimentan especulaciones sobre su posible salida del país.
El caso judicial que motivó la orden de arresto no tiene relación con la polémica elección de la representante de México, Fátima Bosch, en la edición de este año del certamen. Paralelamente, JKN Global Group solicitó el 9 de noviembre al Tribunal Central de Quiebras de Tailandia un proceso de reestructuración de deuda debido a problemas de liquidez, en un escenario que complica aún más la situación de la magnate.
Mientras “Anne” permanece fuera de la vista pública, la orden de arresto pone en evidencia que la expansión internacional de su imperio mediático ahora enfrenta uno de sus mayores desafíos legales.
