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- Mario Delgado criticó que el pasado de la candidata de oposición y sus presuntas calumnias han afectado su imagen ante el electorado.
Ciudad de México, 3 de mayo de 2024.- El presidente nacional de Morena, Mario Delgado, junto con Víctor Hugo Romo, vocero de la campaña, han emitido acusaciones formales contra la candidata presidencial del PRI-PAN-PRD.
Según declaraciones del partido, la candidata mantuvo vínculos con «mafias inmobiliarias» durante su período como delegada en Benito Juárez y Miguel Hidalgo entre 2015 y 2018.
Delgado criticó el comportamiento de la candidata en su campaña actual, afirmando que su pasado y sus presuntas calumnias han afectado su imagen ante el electorado.
“Está desarticulada y continua recurriendo a calumnias y mentiras porque su plataforma no tiene propuestas concretas para el país, lo que se refleja en su estancamiento en las encuestas”, indicó Delgado.
Por su parte, Romo presentó pruebas específicas de las alegaciones, citando el caso de Plaza Alteza en Palmas 340, Miguel Hidalgo, donde presuntamente la candidata aprobó la construcción de más pisos de los permitidos, violando regulaciones urbanísticas.
Se afirmó que, en colaboración con el entonces jefe de gobierno Miguel Mancera, facilitaron irregularidades que beneficiaron al desarrollador inmobiliario, quien posteriormente contrató a la empresa OMEI, propiedad de la candidata, por un monto de 57 millones de pesos.
Además, el vocero de Morena proporcionó testimonios que detallan un supuesto patrón de corrupción por parte de la candidata. Uno de estos testimonios proviene de un excolaborador cercano, y el otro, de un activista vecinal que acusó a la candidata de actuar selectivamente en la demolición de construcciones ilegales, favoreciendo a quienes ofrecían sobornos.
Según Morena, la suma total obtenida por las empresas de la candidata durante su administración supera los 1400 millones de pesos, atribuyendo esta cifra a una forma de corrupción basada en ofrecer protección a desarrollos inmobiliarios a cambio de contratos lucrativos.
«Es una muestra de una nueva forma de corrupción que no involucra dinero directamente, sino mediante contratos a cambio de favores políticos«, concluyó Romo.
