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Por. Miguel Bento de Espinosa Marqués
Las calles del país son del pueblo y nada ni nadie puede arrebatarlas, sin embargo, la exigencia del cese a la violencia no se puede pedir ni responder con actos violentos.
Lo ocurrido el sábado en la plancha del zócalo de Ciudad de México dio cuenta de un cuerpo policiaco rebasado, sin ninguna empatía, mucho menos serenidad en su actuar. Devolver las piedras y las patadas no debería normalizarse por parte del cuerpo de ganaderos, nunca.
El fondo de la expresión de la marcha es lo que importa, pero se trató de ensuciar con varias capas de lo político, lo partidista, la izquierda, la derecha, pero la gente y todo México queremos lo mismo: PAZ.
Intentar enlodar a una juventud o hacerla ver como manipulable es ir en contra de todo lo que se pregona en un gobierno de izquierda, son las juventudes y su arrojo las que nos han dado los cambios de este país, para muestra un botón: esa juventud rebelde ya llegó al poder.
Se sabe que el camino es largo, que no es fácil pasar de ser la oposición a hacer gobierno, queda ahora la comprensión y el diálogo con la sociedad inconforme.
Basta de dividir al país, es tiempo de unidad, los discursos de odio solo abonan a favor de los grupos del crimen organizado que somete a pueblos, regiones completas en el país y en particular en Guerrero, vean la región Tierra Caliente, ¿quién gobierna realmente ahí?
Las voces disidentes deben ser escuchadas y todos deberíamos unirnos a favor de la paz en el país y dejar rabietas estériles porque nadie gana golpeando al policía y mucho menos se gana golpeando al manifestante.
MAREJADAS
Además, nos unimos al sector cultural de Guerrero en su exigencia para que la titular en la entidad, Aída Melina Martínez, amiga del senador Félix Salgado Macedonio, renuncie al cargo.
Al hacerle un homenaje al exgobernador priista Rubén Figueroa Figueroa señalado por reprimir a los movimientos sociales y de izquierda en su momento, dañó irreparablemente la memoria de todos los muertos y desaparecidos.
No es cosa menor querer mantener a alguien que no tiene ni idea de lo que es la lucha social. En términos prácticos, la “Doctora” volvió a desaparecer y asesinar a los fundadores de la izquierda del país.
