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Una lluvia intensa e inesperada registrada la tarde del jueves sorprendió a los habitantes de Chilpancingo, Guerrero, provocando el desbordamiento de la barranca del Coro y un deslave que afectó gravemente a colonias del norte de la ciudad como Galeana, Villas Laurel y Azteca. Las anegaciones colapsaron calles, arrastraron vehículos, dañaron negocios y dejaron incomunicadas varias zonas, lo que generó una inmediata respuesta de las autoridades municipales, estatales y federales para mitigar los efectos.

Durante el operativo de emergencia, se desplegaron más de 250 elementos de distintas dependencias. El Ayuntamiento de Chilpancingo movilizó a más de 120 trabajadores de Protección Civil, Seguridad Pública, Obras Públicas, CAPACH, Gobernación, Tránsito y Servicios Públicos. Por parte del Ejército Mexicano participaron 70 elementos, y otros 64 de la Guardia Nacional, además de maquinaria pesada y camiones de volteo. También se activó el Plan DN-III-E para realizar labores de limpieza y retirar escombros acumulados por el deslave.
La gobernadora del estado, Evelyn Salgado Pineda, recorrió por la noche las zonas afectadas en coordinación con autoridades locales y federales. Durante su visita a la colonia Galeana, instruyó a las brigadas a intensificar los trabajos de limpieza y escuchó directamente a los vecinos. Se utilizaron al menos seis retroexcavadoras y cuatro camiones de volteo por parte de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado de Guerrero.
El presidente municipal de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, ordenó una atención inmediata a la emergencia, lo que permitió recuperar parcialmente la movilidad y reducir los riesgos para la población. Ulises Delgado Burgos, presidente de la colonia Galeana, reconoció públicamente la pronta intervención de las autoridades, señalando que “se evitó una tragedia mayor” gracias a la respuesta rápida.
Durante las labores, vecinos de diversas colonias también participaron con palas y carretillas para retirar lodo y limpiar las vías principales. A pesar de los esfuerzos, varios negocios fueron severamente afectados y comerciantes han solicitado apoyo para recuperar sus espacios de trabajo.
Entre los daños colaterales, se reportaron árboles caídos en las avenidas Guerrero 200 y Juventud, así como afectaciones en la cancha deportiva de la colonia Villas Laurel. Se informó también que algunas zonas continúan sin energía eléctrica debido a los estragos del fenómeno, que incluyó arrastre de lodo, escombros y fallos en estructuras de drenaje, en parte atribuidos a una mala construcción previa.
Las autoridades pidieron a la población mantenerse alerta por posibles nuevas lluvias durante el fin de semana y exhortaron a tomar medidas preventivas ante cualquier eventualidad climática. Los trabajos de limpieza continuarán en los próximos días para restablecer las condiciones en las zonas más impactadas.