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Ciudad de México.- La aprobación en la Cámara de Diputados de la Ley de Ingresos de la Federación, impulsada por Morena y sus aliados, ha dejado al descubierto una cuestionable negociación que, bajo la fachada de corregir "indebidas" prácticas fiscales, se traduce en una amnistía de facto a las grandes empresas aseguradoras. Con 352 votos a favor, el oficialismo logró incluir una modificación que, si bien pone fin a la práctica de acreditar indebidamente el IVA cobrado a terceros, sella un "complejo acuerdo" que genera serias dudas sobre la transparencia y la justicia fiscal.
La medida central castiga la práctica histórica, descrita por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, donde las aseguradoras "hacen suyo" el IVA que deberían pagar, retenido de talleres, hospitales y proveedores que atienden los siniestros. El monto en litigio por esta maniobra asciende a casi $200 mil millones de pesos, una cifra monumental que representa un boquete histórico a las arcas públicas.
Justicia fiscal a plazos y perdón histórico
La crítica principal no recae en la corrección de la práctica, sino en el precio pagado por el Estado para que las empresas dejen de defraudar. El dictamen aprobado incluye una contraprestación inaudita: las aseguradoras propusieron —y el oficialismo aceptó— que si desisten de los juicios en curso, se les otorgará un "estímulo" que implica no cobrarles las irregularidades cometidas en los cuatro años anteriores a 2025.
Este acuerdo es, en esencia, un perdón fiscal masivo a empresas que mantuvieron un litigio multimillonario contra el SAT, muchas de ellas extranjeras, como lo evidenció la "compleja negociación" que requirió la participación de "distintas embajadas." En lugar de perseguir la totalidad del adeudo y aplicar sanciones por una práctica indebida que se prolongó por años, la coalición gobernante opta por un acuerdo político que sacrifica miles de millones de pesos en impuestos atrasados. La promesa de pago se limita a 12 parcialidades en 2026, facilitando aún más el cumplimiento a las grandes corporaciones.
Banca: un ‘trato preferencial’ con nuevas reglas suaves
En una línea similar de "corrección suave" al poder económico, la Ley de Ingresos también eliminó el trato preferencial que permitía a los bancos deducir el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por créditos incobrables bajo sus propias y flexibles políticas internas. Ahora, el SAT determinará las reglas para este proceso.
No obstante, la reserva aprobada se apresura a incluir "facilidades a las instituciones para evitar la necesidad de ir a juicios." Una vez más, la intención de aumentar la fiscalización (determinando el SAT los criterios de deducibilidad) se diluye al mismo tiempo con la promesa de evitar la confrontación legal. Esto subraya una tendencia preocupante: las reformas fiscales de la Cuarta Transformación, aunque buscan incrementar la recaudación, a menudo lo hacen mediante negociaciones a modo que priorizan la paz con los grandes contribuyentes sobre la aplicación estricta de la ley y la recuperación total de lo adeudado.
La aprobación, consumada tras 35 horas de sesión y una marea de intervenciones en el Pleno, confirma que la aplanadora legislativa de Morena ha priorizado el pacto con el establishment financiero sobre la exigencia de cuentas claras por un fraude fiscal que suma $200 mil millones.