Skip to content

Laura Zapata, un actriz con un escabroso pasado familiar; llama 'perras' a sus medias hermanas

"La casa de las perras, perdón, la casa de los perros”, expresó entre risas.

Laura Zapata, viejos demonios.

Table of Contents

Laura Zapata llamó perras a sus medias hermanas Thalía, Ernestina, Gabriela y Federica Sodi, en una entrevista recordó la mala relación que tuvo con ellas, y se profundizó con un traumático secuestro.

Zapata participó en una mesa de análisis político donde participó el periodista Eduardo Sadot, amigo de la infancia de la actriz. Al presentarlo, recordó que lo conocía desde que ella era una niña. Sadot indicó que eran vecinos en la colonia Santa María la Ribera.

El comentario dio pie a que Laura Zapata lanzará un dardo contra sus medias hermanas, con quienes tiene una mala relación que se profundizó por un traumático secuestro y el cuidado de su abuela, Eva Mange Márquez.

Aclaró que no era su casa, sino el hogar de su madre y su entonces esposo: “Iba en ocasiones... La casa de las perras, perdón, la casa de los perros”, expresó entre risas. Indicó que así es conocido el inmueble a la fecha, el cual fue vendido a una asociación religiosa.

La relación Laura Zapata y sus hermanas ha estado marcada por altibajos y situaciones difíciles que han repercutido en su vínculo desde que eran pequeñas. Una de las primeras tensiones familiares surgió cuando Laura tuvo que ser enviada a vivir con su abuela, ya que no era aceptada por la nueva pareja de su madre, Yolanda Miranda.

En una entrevista con Suelta la Sopa, Zapata explicó que su padrastro, el padre de Thalía, no simpatizaba con ella, lo que provocó que fuera apartada de su madre desde una edad temprana. “A los tres años, mi mamá contrajo nupcias y me dejó con mi abuela porque mi padrastro no me quería”, recordó Laura, enfatizando que su abuela fue quien la crio.

A pesar de este distanciamiento, Laura y Thalía y sus hermanas compartieron momentos especiales durante la infancia, ya que Laura llevaba a su hermana menor al teatro donde trabajaba, lo que despertó en Thalía su pasión por la actuación.

Sin embargo, la relación entre las hermanas se deterioró drásticamente en 2002, tras el secuestro de Laura Zapata y su hermana Ernestina Sodi. Aunque Thalía fue quien pagó el rescate, el incidente no las unió como se esperaría. Según el libro Líbranos del mal, escrito por Ernestina, el secuestro dejó secuelas emocionales que afectaron gravemente a la familia.

Años después, la muerte de su madre, Yolanda Miranda, en 2011, volvió a tensar las relaciones entre las hermanas. Laura Zapata expresó su molestia porque Thalía decidió llevar los restos de su madre a Nueva York, lo que alimentó nuevas fricciones. La tensión fue evidente cuando Zapata criticó a Thalía, llamándola desagradecida y mencionando que su madre fue clave en el éxito de la cantante.

A pesar de las disputas públicas, en algunas ocasiones han logrado reconciliarse. En 2016, Laura Zapata mencionó que habían limado asperezas, aunque admitió que la distancia geográfica y las agendas ocupadas de ambas complicaban el contacto constante. Thalía, viviendo en Nueva York, y Laura en México, mantienen una relación cordial, aunque no diaria.

Sin embargo, los problemas familiares volvieron a surgir cuando Laura demandó a Thalía por no cumplir con la manutención de su abuela, Eva Mange. Aunque Thalía negó las acusaciones en una entrevista con El Gordo y La Flaca, asegurando que había intentado mantener contacto, el conflicto legal añadió otra capa de complejidad a su relación. (Fuente Infobae)

Latest