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La reelección promueve la profesionalización de la política, la transparencia y la rendición de cuentas.
Análisis.- En su ensayo La reelección en México, experiencia 2018, José Sánchez Morales, comenta que, “la posibilidad de la reelección de legisladores y ayuntamientos locales fue posible en el proceso electoral 2018, a partir de la reforma del 10 de febrero de 2014, en la cual el constituyente mexicano aprobó las reglas y condiciones en las que se desarrollarían los procesos electorales para la elección consecutiva de dichos funcionarios en las entidades federativas; sin embargo, para el Congreso de la Unión, la reelección para los diputados federales y senadores tuvo lugar por primera ocasión en 2021 y podrán repetir en 2024 respectivamente”.
Si bien es cierto, los mexicanos todavía arrastramos el trauma de ver a la reelección en el sentido negativo, por la herencia catastrófica del dictador Porfirio Diaz, quien se mantuvo en el poder presidencial por más de 30 años, la superación de este trauma político ha sido un debate constante de la política mexicana de finales del siglo xx y principios del siglo xxi.
El cambio de paradigma con la inclusión de la figura de reelección en sentido positivo, no ha sido fácil y empezó a discutirse desde 1989, ya que desde 1933 se prohíba la reelección de los legisladores.
La propuesta legislativa para que la figura de la reelección tuviera una figura positiva, fue presentada por el diputado Alfredo Reyes Contreras, del grupo parlamentario del PPS, en la sesión del miércoles 16 de agosto de 1989 y entre sus considerandos estableció que:
“Frente a esta nueva etapa de la vida del país, la limitación introducida en 1933 resulta anacrónica e incongruente en extremo; la etapa en la que los electores votaban por personas en lo individual para que los representaran en el Congreso, hace tiempo quedó atrás; estamos viviendo de lleno la época en la que se vota por los partidos políticos, debe, por tanto, reconocerse a éstos el derecho de seleccionar sin limitaciones extralógicas, cuáles de sus miembros merecen su confianza por su lealtad, capacidad y experiencia, para que los proponga al pueblo. Ya no son las personas físicas quienes aspiran a continuar en la Cámara, ahora son los partidos políticos los que han conquistado el derecho de mantenerse en ella a través de sus mejores representantes”.
Tuvieron que pasar 25 años para que en el 2014 la Cámara del Congreso de la Unión aprobara las reglas y condiciones en las que se desarrollarían los procesos electorales para la elección consecutiva de legisladores federales, locales y ediles municipales.
Sin embargo, esta reforma se llevó a cabo en los hechos hasta el 2018, en el que se aprobó la reelección de legisladores federales y en 2021 para ediles municipales. En el caso particular de Acapulco, la primera presidenta que buscó su reelección fue la magistrada Adela Román Ocampo, quien, al no obtener el respaldo de los acapulqueños, su partido, optó por postular a Abelina López Rodríguez quien ganó la encuesta interna de morena y posteriormente ganó las elecciones en 2021 con 138 mil 697 votos, por encima de los 106 mil 893 votos que obtuvo el finado Ricardo Taja, quedando en tercer lugar con 15 mil 505 votos el expriista, experredista, exemecista y ahora candidato del PES, Ramiro Solorio Almazán.
Este cambio de paradigma , con la inclusión de la figura de reelección en sentido positivo, como un reconocimiento al trabajo realizado tanto por legisladores como ediles municipales, significó “transformar la mentalidad de la ciudadanía, de la clase política y del constituyente, en relación con la visión negativa de la elección consecutiva, se repensó como un baluarte que contribuye a la cultura democrática de la nación, para premiar a aquellos funcionarios que por su buena gestión la ciudadanía decide ratificarlos en un nuevo periodo”.
En este sentido, la reelección promueve la profesionalización de la política, la transparencia y la rendición de cuentas.
Cabe mencionar que, en el caso de los legisladores federales, se podrán reelegir hasta por tres periodos consecutivos, siendo 12 años el tiempo máximo que pueden ocupar un escaño, mientras para los ediles municipales, solo está permitido dos periodos, siendo 6 años el tiempo máximo que pueden ser presidentes municipales.
Hoy, Acapulco vive por primera vez la experiencia de un segundo periodo consecutivo y Es Abelina quien logró el reconocimiento tanto del pueblo acapulqueño como de su partido que respaldó la alta aceptación ciudadana y los resultados de su gobierno.
Pero, como buenos acapulqueños somos como los cangrejos que, en lugar de felicitar y celebrar que un cangrejo salga de la cubeta, lo jalan hacia el fondo, para que hunda junto con ellos, sin embargo, en estos 45 días de campaña, la actual presidenta de Acapulco, deberá echar mano de mucha creatividad y rodearse de un equipo eficiente que, demuestren por qué el pueblo le confió un segundo mandato al frente del puerto más importante de Guerrero.
