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La nómina dorada del Infonavit: Octavio Romero paga sueldos de lujo a exfuncionarios de Pemex

El instituto destina cerca de 60 millones de pesos mensuales a 389 funcionarios que ganan más de 100 mil pesos, mientras la mayoría de los trabajadores enfrenta rezagos en créditos y atención.

Tras quebrar a Pemex, la misma burocracia pasa al Infonavit.

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Ciudad de México.— Bajo la dirección de Octavio Romero Oropeza, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ha experimentado un notable crecimiento en su estructura de confianza, con el ingreso de exfuncionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el aumento de los sueldos de la alta burocracia, en abierta contradicción con la política de austeridad que el gobierno federal dice sostener.

De acuerdo con documentos internos y reportes de personal actualizados al 30 de octubre de 2025, el número de plazas de confianza en el Infonavit alcanzó 4 945, una cifra récord que representa un incremento sostenido desde la llegada de Romero Oropeza, exdirector general de Pemex y colaborador cercano del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sólo entre los 389 mandos que perciben sueldos superiores a los 100 mil pesos mensuales, el organismo destina alrededor de 60 millones de pesos cada mes. De ellos, 102 funcionarios fueron contratados durante el último año, en la actual gestión.


Los sueldos del círculo cercano

Romero Oropeza encabeza la nómina con un salario base de 185 825 pesos mensuales, apenas por debajo de los 191 mil pesos que percibe la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum. Nueve de sus colaboradores más cercanos ganan 185 320 pesos al mes, entre ellos varios exfuncionarios petroleros.

Los nombres más visibles en la nueva estructura del instituto provienen directamente de la administración de Pemex durante el sexenio de López Obrador:

  • Marcos Manuel Herrería Alamina, exdirector de Administración en Exploración y Producción, fue designado secretario general del Infonavit.
  • Jorge Luis Basaldúa Ramos, quien fungía como director de Transformación Industrial, ahora es subdirector general de Crédito.
  • Carlos Fernando Cortez González, exdirector de Presupuesto y Contabilidad en Pemex Fertilizantes, fue nombrado director de Finanzas y Fiscalización.
  • Gabriela Susunaga, quien fuera contralora de Pemex, repite el cargo en el Infonavit.
  • Frida Palacios García, antes coordinadora de Operación Financiera en Pemex, es hoy subdirectora de Recursos Humanos.
  • Gustavo Álvarez Velázquez, exresponsable del fallido programa Gas Bienestar, encabeza la Subdirección de Gestión de Cartera con un sueldo de 185 mil pesos.
  • Javier Núñez López, exsubdirector operativo de Pemex —señalado por el mal manejo financiero y la deuda con proveedores de la petrolera—, fue nombrado director de Planeación del Infonavit.

Todos estos nombramientos se realizaron entre octubre y noviembre de 2024, tras la salida de los funcionarios de la petrolera estatal.

Equipo que quebró a Pemex.

La burocracia dorada

El crecimiento del personal de confianza y la incorporación de altos mandos con salarios de seis cifras contrastan con el discurso de “austeridad republicana” que el propio gobierno federal promueve.
Mientras otras dependencias reportan recortes y congelamiento de plazas, el Infonavit amplía su nómina y atrae a un nuevo grupo de funcionarios con antecedentes en la empresa petrolera.

El gasto en mandos medios y superiores se ha convertido en una de las cargas administrativas más pesadas del instituto, según fuentes internas consultadas por Proceso. “Hay direcciones duplicadas, subdirecciones recién creadas y cargos que se justifican con estructuras temporales”, afirma un funcionario que solicitó el anonimato.


Continuidad política y contradicciones

La presencia de excolaboradores de Pemex en el Infonavit no sólo obedece a afinidades personales. Romero Oropeza, ingeniero agrónomo tabasqueño y uno de los hombres más cercanos a López Obrador desde sus años en el gobierno de Tabasco, ha reproducido en el instituto la misma red de confianza que consolidó en la petrolera.

En los hechos, el Infonavit se ha convertido en una extensión del círculo político y administrativo que acompañó al presidente durante su sexenio.
El resultado: una burocracia dorada que percibe salarios similares —e incluso superiores— a los de secretarios de Estado, sin que existan indicadores públicos de mejora sustantiva en la operación o en la atención a los trabajadores derechohabientes.


El contraste con la misión del Infonavit

El instituto, creado en 1972 para garantizar el acceso a una vivienda digna para los trabajadores, enfrenta ahora un dilema interno: mientras crece el gasto en sueldos y plazas de confianza, la demanda de créditos y la atención al trabajador muestran rezagos.

En contraste, el presupuesto operativo del Infonavit ha incrementado su partida administrativa más rápido que su inversión en financiamiento habitacional.
Para especialistas en políticas públicas, esto podría reflejar una “distorsión institucional”, donde el aparato burocrático se fortalece a costa del objetivo social del organismo.


Sin explicación pública

Hasta el momento, ni Romero Oropeza ni el área de Comunicación Social del Infonavit han ofrecido una explicación sobre el incremento en las plazas de confianza ni sobre los criterios de contratación de los nuevos funcionarios provenientes de Pemex.

Mientras tanto, el caso reaviva el debate sobre la coherencia del discurso de austeridad con las prácticas internas del gobierno federal y sus organismos autónomos.

En los hechos, bajo la administración de Romero Oropeza, el Infonavit se consolida como una de las dependencias con mayor número de funcionarios de confianza y con una de las nóminas más elevadas del sector público.

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