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“Si quieres conquistar a un pueblo, créale un enemigo imaginario que le parezca más peligroso que tú, entonces sé su salvador”.
Noam Chomsky
Vivimos en un tiempo donde las caretas se han caído, los “grandes” defensores de la democracia, resulta que no son nada democráticos, y los supuestos gobiernos “autoritarios” se levantan como bastiones demócratas con sus errores y problemas (no es fácil desarrollarse a través de bloqueos económicos y manipulación mediática). Se cayó el telón simplista de ángeles y demonios (a esto se le conoce como maniqueísmo: reducir todo a una disputa entre buenos y malos).
El mundo es más complejo y la mayoría no quiere o no puede entender lo que está en juego, durante gran parte del siglo XIX, todo el siglo XX y lo que llevamos de este nuevo siglo XXI; los países dominantes (imperialistas) y los conglomerados hegemónicos trasnacionales (BlackRock, Vanguard y State Street y otros menores) nos aplicaron y siguen aplicando la manipulación que nos describe claramente Chomsky en el párrafo inicial. Los invito a que seamos objetivos y reflexionemos.
¿Los migrantes en Estados Unidos son el problema?
A lo mejor sus políticas erráticas basadas en especular en los mercados ya no resulta redituable, o puede ser que la inversión en guerras y reconstrucción de países destruidos ya no es un negocio tan viable, ya que en el tablero Geo Político hay otros disputándose los territorios sin dominarlos militarmente, pensemos, puede ser que ante la implosión (acción de romperse hacia dentro con estruendo) interna de la sociedad estadounidense, por su alta adicción a los narcóticos y su enorme enajenación (distorsión de la realidad, pérdida de conexión con el propio cuerpo y con las emociones), su economía se esté colapsando y lejos de querer arreglar nada, inician la búsqueda del supuesto “enemigo”, dentro y fuera de sus fronteras.
En este sentido, la comunidad migrante de México, centro y Sudamérica, provee de oxígeno a esa sociedad descompuesta, las comunidades de Hispanoamérica (incluido Brasil), son comunidades basadas en valores familiares, en relaciones solidarias, en compartir tanto tiempos difíciles como los tiempos de bonanza. Esta campaña que nos dibuja (manipuladoramente) como criminales, violadores, narcotraficantes, ladrones, etc., está basada en la invención del “enemigo”.
La supuesta guerra contra las drogas dentro de Estados Unidos, es una mentira, si esto fuera cierto no estaría su población vulnerable adicta y muriendo en las calles, siendo tratados como basura por su propio gobierno, mientras en Wall Street se lava el verdadero dinero del negocio del narco, mientras en nuestros países se matan a balazos con armas Made in USA.
Me parece que, si observamos la situación y reflexionamos un par de estas cosas, nos empezarán a hacer sentido.
La lucha contra el supuesto “terrorismo”, lo mismo, creación del “enemigo”, en medio oriente la limpieza étnica empieza de abajo hacia arriba, desde las infancias hasta los ancianos, pero esos parajes están muy lejos (piensan algunos), otros de plano están cegados por la hasbará (técnica militar sionista para ocultar información y manipular la opinión) y no hay forma que se desintoxiquen. Y al final todas esas guerras son para robar.
África que lleva intentando sacudirse el colonialismo esclavista por siglos, ha sido presa de todos los experimentos y toda clase de explotación de recursos. Hoy que un país (Burkina Faso) quiere levantarse solidariamente, en comunidad y ver por los intereses de su gente y son tachados de “enemigos” de la democracia.
Cuando veas a los representantes de estos países dominantes, balbuceando declaraciones que incluyan palabras como democracia, libertad o humanidad, etc. (por cierto, palabras secuestradas por estos farsantes), fíjate en sus playeras, en los símbolos que les rodean y sobre todo en sus acciones concretas, y no tanto en las narrativas (discursos) que les elaboran en sus tanques de pensamiento propagandistas.
El mundo convulsiona y la solución de los que ostentan el poder es imponernos siempre un “enemigo” peligroso, cuando los enemigos reales son ellos.