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Judíos evasores de impuestos y un expresidente que no dio línea para comprar un programa espía

Uri Ansbacher y Avishal Neriah, afirman haber pagado cerca de 25 millones de dólares a Peña Nieto para obtener contratos en su gobierno.

Una oculta red de espionaje y corrupcion reaparece.

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El empresario israelí Uri Ansbacher, investigado por supuestamente haber sobornado a Enrique Peña Nieto para venderle el malware espía Pegasus, recibió de la Secretaría de Gobernación un contrato por 4.2 millones de dólares el 31 de julio de 2018, cuatro meses antes de que el priísta concluyera su mandato y cuando López Obrador ya había sido electo su sucesor en la Presidencia de México.

Ese contrato fue otorgado a través de “Air Cap SA de CV”, una empresa “fantasma” creada por Ansbacher que fue utilizada para triangular la venta del malware espía “Pegasus”, y que entre 2017 y 2020 acumuló asignaciones por casi mil millones de pesos en el sexenio de Peña Nieto y en el gobierno que encabezó Alfredo del Mazo en el Estado de México.

La empresa ya había establecido contacto con el gobierno de López Obrador para seguir como contratista, y prueba de ello es que entre 2019 y 2020 la Secretaría de la Defensa Nacional le envió al menos cuatro oficios de invitación para presentar cotizaciones de distintos servicios. Las invitaciones cesaron cuando en julio de 2021 una investigación periodística global involucró a “Air Cap” entre las empresas de Ansbacher que triangularon la venta de Pegasus.

Documentos obtenidos por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) muestran que el gobierno de AMLO terminó de pagar en 2020 el contrato que Peña había suscrito con “Air Cap”.

El pasado 28 de abril de 2025, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) incluyó a “Air Cap” en su listado definitivo de contribuyentes que simularon operaciones para fines de evasión fiscal, lavado de dinero o desvío de recursos públicos. Los motivos para declararla como “fantasma” fueron tres: ausencia de activos, ausencia de personal e incapacidad material para realizar las actividades por las que emitió comprobantes fiscales.

A pesar de los cuantiosos contratos, la mencionada empresa ha declarado como su domicilio oficinas virtuales y modestos departamentos; sus socios son dos personas sin antecedentes empresariales que residen en domicilios del barrio de Tepito y en Iztapalapa.

“Air Cap” y los sobornos

El 21 de julio de 2021 la investigación global “Pegasus Project” reveló que “Air Cap” era una de las 18 empresas “fachada” que el ciudadano israelí Uri Emanuel Ansbacher Bendrama había creado en México para vender programas de espionaje a dependencias del gabinete de seguridad nacional y procuradurías estatales.

La red de empresas fachada pudo ser conocida gracias a que un ex trabajador de Uri Ansbacher, identificado como “Cazador de Cazadores”, entregó miles de documentos a reporteros de Aristegui Noticias, uno de los socios mexicanos en “Pegasus Project”, en el que colaboraron más de 80 periodistas de 17 medios de comunicación ubicados en 10 países, con la coordinación de Forbidden Stories.

A inicios de julio de 2025, cuatro años después de la publicación de “Pegasus Project”, el periódico israelí “The Marker” reveló detalles de una disputa legal entre los empresarios Uri Ansbacher y Avishal Neriah, en la que éstos afirmaron haber pagado cerca de 25 millones de dólares a Peña Nieto para obtener contratos en su gobierno, incluyendo la venta de Pegasus.

En su cuenta de X -antes Twitter- Peña Nieto negó haber recibido sobornos. “Totalmente falsa la nota sobre supuestas aportaciones”, escribió el pasado 6 de julio. Al día siguiente, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, dijo: “Yo no doy línea ni di línea nunca de asignar contratos a tal o cual proveedor”.

Pese al deslinde, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz, anunció el 8 de julio la apertura de una carpeta de investigación para esclarecer los supuestos sobornos pagados a Peña.

“The Marker” asegura que en la disputa legal que se sigue en Israel, los empresarios Uri Ansbacher y Avishal Neriah afirman haberse dividido los contratos con dependencias mexicanas, tras haber invertido 25 millones de dólares en Peña Nieto.

Por su relación con gente de la compañía NSO (fabricante de Pegasus), Uri se quedó con el negocio de comercialización del malware de espionaje, y “Air Cap” fue una de las empresas que utilizó para triangular la venta de licencias al gobierno mexicano.

“Air Cap” fue contratada el 7 de junio de 2017 por la entonces Procuraduría General de la República para actualizar el sistema operativo, dar mantenimiento y hacer mejoras a la plataforma de Pegasus. Por ese servicio cobró 92 millones 919 mil pesos.

Los servicios de “Air Cap” se enfocaron en la actualización de la plataforma Pegasus que había sido adquirida previamente, el 29 de octubre de 2014, a Grupo Tech Bull.

MCCI reportó en julio de 2017 que Grupo Tech Bull era una empresa con apariencia de “fachada”, pues su aparente dueño vivía en una modesta vivienda en la zona de las cañadas de la alcaldía Álvaro Obregón; esa empresa se había constituído el 10 de octubre de 2013 en la ciudad de México y  apenas un año después vendió al malware espía a la PGR.

Cuando concluyó la vigencia de ese contrato, la PGR asignó la actualización a “Air Cap”.

Esta información fue publicada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. Lee la nota completa aquí: https://contralacorrupcion.mx/cuatro-meses-antes-de-dejar-su-cargo-pena-asigno-contrato-a-israeli-que-afirma-haberlo-sobornado/

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