Table of Contents
“Es hora de que Israel pierda el asiento en Naciones Unidas”, afirmó Francesca Albanese, relatora de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, en su red social, utilizando el hashtag #UNseatIsrael.
La italiana hizo eco de un llamamiento similar que dos días antes realizó su colega relator de la ONU sobre el derecho a la vivienda, Balakrishnan Rajagopal, quien sugería retirar la participación de Israel en la ONU “de la misma forma en la que se hizo con la Sudáfrica del apartheid”.
La cuenta oficial del Gobierno de Israel en X reaccionó a estas llamamientos asegurando que: Provienen de personas que abusan de sus posiciones en la ONU para justificar el salvajismo de Hamás, promover el terrorismo, y difundir mentiras y odio.
En respuesta al comentario de Albanese, la cuenta oficial israelí pidió al alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, que “saque del sistema” a la relatora y haga que ella y otros responsables con cargos similares “rindan cuentas de sus agresivas acciones”.
En marzo, Albanese presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU un informe según el cual había “motivos razonables” para concluir que Israel está cometiendo un “genocidio deliberado” en la franja de Gaza.
Según ella, Israel comete de forma intencionada al menos tres “actos genocidas” definidos como tales por la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948: “asesinato de miembros de un grupo”, “daños graves físicos o mentales a miembros de un grupo”, y “provocar en un grupo deliberadamente condiciones calculadas para su destrucción física parcial o completa”.