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Irán advirtió este sábado que atacará bases militares del Reino Unido, Estados Unidos y Francia en la región si estos países intervienen en apoyo a Israel, en medio de un intercambio de ataques que ha dejado decenas de muertos en ambos bandos. La escalada comenzó el viernes 13 de junio cuando Israel lanzó la "Operación León Ascendente", bombardeando instalaciones nucleares y militares iraníes, a lo que Teherán respondió con la "Operación Promesa Verdad III", disparando más de 150 misiles y 100 drones.
Según reportes oficiales, los ataques israelíes han causado al menos 81 muertos en Irán, incluyendo dos altos mandos militares y tres científicos nucleares. Por su parte, Israel reporta tres fallecidos y 161 heridos tras el ataque iraní, que logró parcialmente superar su sistema de defensa Cúpula de Hierro. Los proyectiles impactaron en Tel Aviv y Jerusalén, causando daños en infraestructura civil y militar.
La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) emitió un comunicado condenando los ataques israelíes como "violación grosera del derecho internacional", aunque India se distanció de la postura, llamando al diálogo. Mientras tanto, Irán anunció la suspensión de las negociaciones nucleares con Estados Unidos, previstas para este sábado, señalando que "han perdido sentido en el contexto actual".
Analistas internacionales advierten que el conflicto podría expandirse regionalmente, particularmente si Irán cumple su amenaza de atacar bases occidentales. Estados Unidos ha reforzado sus defensas en el Golfo Pérsico, mientras que la comunidad internacional intensifica llamados a la contención. La ONU convocará una reunión de emergencia este domingo para abordar la crisis, que representa la confrontación más grave entre Israel e Irán en décadas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia calificó la situación como "extremadamente peligrosa" y ofreció mediar, mientras que la Unión Europea activó protocolos de emergencia para proteger a sus ciudadanos en la región.
