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La Unión de Indígenas Radicados en Acapulco (UIRA) solicitó a las autoridades que respeten a los 167 vendedores indígenas con permisos formales ubicados en la avenida Costera Miguel Alemán durante los trabajos de remodelación que lleva a cabo Fonatur. El presidente de la organización, Marcos Guevara Saavedra, informó que no han sido consultados ni integrados en el proceso de obra.
Los trabajos de rehabilitación, que iniciaron el pasado 30 de julio, incluyen el mejoramiento de banquetas, bacheo hidráulico y embellecimiento urbano, y están programados para concluir en cinco meses. Fonatur indicó que los comerciantes serán reubicados temporalmente y podrán regresar una vez terminada la obra; sin embargo, hasta ahora no existen acuerdos formales firmados.
Durante la ceremonia con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas realizada en la explanada del Ayuntamiento, los integrantes de la UIRA expresaron su preocupación por la falta de apoyo gubernamental a su comunidad, y alertaron sobre un desplazamiento poblacional cercano al 15 por ciento tras los huracanes Otis y John.
Guevara Saavedra enfatizó la necesidad de un diálogo con autoridades para evitar afectaciones económicas y sociales a los vendedores indígenas, quienes además demandan que se sancione a quienes operan sin permisos oficiales. En paralelo, representantes de la organización solicitaron a la alcaldesa Abelina López Rodríguez atender sus demandas, pues aseguran carecer de programas gubernamentales específicos.