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Acapulco, Guerrero.– Al cumplirse dos años del impacto del huracán Otis, la presidenta municipal Abelina López Rodríguez encabezó una jornada conmemorativa en honor a las víctimas del fenómeno natural, destacando la fortaleza, unidad y capacidad de reconstrucción del pueblo acapulqueño.
Durante el acto protocolario, celebrado en el Paseo del Pescador, la alcaldesa señaló que el aniversario no sólo representa una fecha de memoria, sino un compromiso renovado para fortalecer la prevención y la resiliencia.
“Ese es el nuevo rostro de Acapulco: el de un pueblo prevenido, consciente y solidario. Que Otis no sea sólo un recuerdo de destrucción, sino el punto de partida de una ciudad más fuerte, más justa y más humana”, expresó.
López Rodríguez subrayó que el municipio honra su pasado y abraza su futuro con esperanza. “Este mar, que un día se azotó con furia, hoy refleja nuestra unidad y nuestra fe. Sigamos construyendo juntos el Acapulco del mañana”, añadió.
En la ceremonia, autoridades civiles y militares montaron una guardia de honor en la escultura Viento en Reposo, en memoria de las personas que perdieron la vida durante el paso del huracán. Posteriormente, la presidenta municipal inauguró la exposición “Fuerza de voluntad y resiliencia”, del fotógrafo David Guzmán González, una muestra que documenta en imágenes el proceso de recuperación social y urbana del puerto tras la emergencia de 2023.
La secretaria general del Ayuntamiento, Leticia Lozano Zavala, informó que el gobierno municipal presentará ante el Cabildo el Plan de Contingencia y Protocolo ante Lluvias, con el objetivo de institucionalizar medidas preventivas y garantizar la respuesta oportuna frente a desastres naturales.
Por su parte, la regidora Hilda Sofía Corona Mijangos, presidenta de la Comisión de Protección Civil, reconoció que la administración actual ha impulsado una reconstrucción integral. “No se limitó a tapar las heridas, sino a sanarlas desde la raíz. Jamás se había invertido tanto en protección civil como en este gobierno”, aseguró.
Las actividades concluyeron con una misa de réquiem, una procesión marítima y una ofrenda floral al mar, como símbolo de respeto y memoria hacia las víctimas y sus familias, reafirmando el compromiso de Acapulco con la reconstrucción y la prevención.
