Table of Contents
Acapulco, Guerrero.- Integrantes de la comunidad artística, literaria y cultural exigieron a las autoridades federales la salida inmediata de la Guardia Nacional del Centro Cultural Acapulco (CCA).
En una reunión en las instalaciones de la Casa de la Cultura los gestores acordaron realizar guardias culturales a partir de febrero como medida de presión hasta que la GN salga del lugar.
Dichas guardias consisten en una actividad por semana de música, teatro, danza, literatura, artes plásticas, entre otras.
La molestia de la comunidad radica en el anuncio de Luis Crescencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde dijo que se tenían autorizados 21 predios para construir espacios para la Guardia Nacional, entre los que se encuentra la Casa de la Cultura.
La noticia fue condenada por todos los gestores quienes señalaron que el lugar es un espacio para el desarrollo de las artes y no de las armas.
«Nos parece muy peligroso que haya gente armada aquí adentro en un lugar donde se pretende que la cultura se el pilar de la comunidad», expuso uno de los gestores.
Asimismo pidieron que la GN deje de hostigar a toda persona que quiera ingresar al CCA.
Otras de las solicitudes por parte del grupo cultural es la entrega del protocolo y del presupuesto para la remodelación del sitio, pues afirman que la Secretaría de Cultura no tiene un posicionamiento claro sobre el proyecto.
Asimismo agregaron que se tienen que tomar acciones para que los artesanos que se encuentran en los alrededores salgan del lugar.
Ante todas las demandas hicieron un llamado a la secretaria de Cultura Aída Melina Martínez Rebolledo para que se reúna con la comunidad para atender a la brevedad todas las problemáticas.
Por su parte, autoridades de la Secretaría de Cultura que también asistieron a la reunión informaron que la GN estará en el CCA hasta marzo como está planeado en el plan de rescate de Acapulco tras el huracán Otis.
También confirmaron que a partir de este miércoles comenzarán los trabajos de limpieza por parte de una empresa privada que contrató Grupo Carso.
