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Ciudad de México.- La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció que el Gobierno Federal tendrá la capacidad de rastrear el origen, el transporte y la venta de cada litro de combustible al cierre de este mes, gracias a la implementación de un sistema de trazabilidad total. Este esfuerzo busca, finalmente, cuantificar con precisión el impacto del llamado "huachicol fiscal" (contrabando de combustible) en el erario.
Sheinbaum insistió en que, hasta la fecha, no existe un "dato oficial de la Secretaría de Hacienda" sobre el monto exacto de los recursos perdidos por este ilícito.
"Al cierre de este mes vamos a contar con la trazabilidad de combustibles, con lo cual vamos a poder contestar la pregunta de si todavía hay contrabando de combustible y de qué tamaño es", declaró la mandataria.
Deslinde de cifras y refuerzo en aduanas
La mandataria se desmarcó de la cifra de 600 mil millones de pesos de daño al erario que estimó la procuradora fiscal, Grisel Galeano, al asegurar que esa estimación "fue en referencia a declaraciones de un diputado" y que no se basa en datos oficiales de Hacienda. En contraste, el secretario de Hacienda, Edgar Amador, ratificó que el saldo histórico de querellas por este tipo de ilícitos asciende a 16 mil millones de pesos.
Sheinbaum subrayó que, más allá de cualquier cálculo, la administración no puede determinar la existencia o el volumen del combustible no contabilizado "hasta no tener la base de datos completa".
Respecto a las medidas inmediatas, la presidenta destacó una disminución en el contrabando gracias a las revisiones exhaustivas en las aduanas, particularmente desde el aseguramiento de un buque en Tamaulipas. Indicó que se han implementado "protocolos mucho mayores" para la entrada de buques, incluyendo:
· Mayor control en los ingresos en aduanas.
· Revisión de los pedimentos de combustible.
· Verificación con laboratorios si existe la presunción de combustible no declarado.
La solución: una sola base de datos en tiempo real
Para lograr la trazabilidad, el gobierno está integrando todas las fuentes de información dispersas en distintas dependencias en una sola base de datos federal.
En este esfuerzo participan la Secretaría de Energía, Hacienda, Aduanas, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, Profeco, la Agencia de Transformación Digital y la Fiscalía General.
El objetivo es integrar las bases de datos de Pemex (producción), Aduanas y SAT (importación) y Energía (ingreso de privados), para crear un flujo de información en tiempo real que responda a preguntas específicas de la cadena de suministro:
"El litro de gasolina que se importó ayer, en dónde se está vendiendo, quién la transportó, dónde se almacenó, a qué gasolinera fue”.
Sheinbaum recordó que la ausencia de esta trazabilidad se debía a que antes "no existía una sola base de datos y no estaba establecido en las leyes". Con la nueva plataforma operativa en octubre, el gobierno busca una fiscalización más rigurosa y transparente del mercado de combustibles.