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Chilpancingo, Guerrero.— En un estado donde la sucesión se huele con años de anticipación y donde el apellido Salgado se ha convertido en sinónimo de poder, el senador Félix Salgado Macedonio frenó en seco las versiones que lo colocaban ya en la pista de arranque rumbo a la gubernatura de 2027.
El senador morenista lanzó un desmentido que cimbró la conversación política:
“No hay tal entrevista, no hay tal entrevista… seguramente hubo una confusión”.
La aclaración no solo contradice la columna Sin Medias Tintas, publicada por Jorge Valdez Reycen, sino que también lo saca —al menos discursivamente— de la contienda interna, una contienda que en Morena se juega mucho antes de los calendarios oficiales y donde el apellido puede pesar tanto como las encuestas.
El contexto: sucesión adelantada y reglas incómodas
La discusión no es menor. Morena enfrenta en Guerrero un dilema recurrente: cómo administrar el poder político de un clan sin violar sus propios estatutos, que prohíben explícitamente el nepotismo electoral.
En ese contexto, la supuesta entrevista publicada el domingo afirmaba que Salgado Macedonio ya había decidido “ir por la grande” en 2027, que era “el mejor posicionado” y que “no habrá quien le arrebate el triunfo a Morena”. Una narrativa que reforzaba la idea de continuidad familiar.
Por eso su desmentido impactó como freno político: “Yo no he dicho que quiero; cuando eso ocurriera —si es que ocurriera— yo les diría, pero para mí eso es muy prematuro”, declaró el senador este lunes.
“Yo solo di una entrevista”: el desmontaje
Desde su complejo social Niños, Perritos y Cabañitas Felices, donde acompañaba a su hija la gobernadora, Salgado Macedonio insistió en que solo habló el sábado con un corresponsal de un diario local: “Las entrevistas tienen audio, videos, y no hay tal entrevista”, dijo, negando directamente la publicada por Valdez Reycen.
La columna, sin embargo, incluía una fotografía del senador usando la misma ropa negra con la que transmitió dos eventos en vivo ese mismo domingo. La coincidencia alimentó especulaciones, pero Salgado no cedió ni un centímetro.
Poder, desgaste y señales ambiguas
Guerrero vive un ciclo político peculiar: un gobierno estatal encabezado por la hija del senador; un partido que intenta regular la influencia de sus grupos internos; y un territorio donde la figura de Salgado Macedonio —pese a polémicas— mantiene un peso considerable en estructuras territoriales, sindicatos y organizaciones de base.
Por eso llamó la atención que, tras decir que no busca nada, el senador dejara caer una frase que contradice su propio retiro discursivo:
—¿No podría gobernar Guerrero con 70 años?
—“A Guerrero hasta con 80 o 90 se podría gobernar”, respondió, antes de cortar la entrevista entre gritos de “¡Hay toro!”.
Una declaración que, para sus seguidores, suena más a guiño que a renuncia.
Agenda pública como plataforma
Mientras negaba ambiciones, Salgado y la gobernadora inauguraron nuevas áreas de su centro social e hicieron donaciones al INDEG y a familias de escasos recursos. Un acto con presencia de funcionarios estatales, diputados locales y trabajadores del gobierno: una escena que, aunque social, tiene toda la forma de operación política territorial.
Todo esto en un momento clave: Morena iniciará en 2026 la definición de perfiles para gubernaturas y el nombre de Salgado —con o sin entrevista— siempre aparece en las listas.
Conclusión: un desmentido con resonancias
El triple “no hay tal entrevista” no solo desmiente una publicación: reordena, al menos por ahora, las cartas del 2027 en Guerrero.
Pero si algo ha caracterizado al senador es que sus silencios suelen durar menos que sus gritos de plaza. Y ayer volvió a dejar claro que la puerta no está cerrada… solo entreabierta