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Ciudad de México.- Fátima Bosch, originaria de Tabasco, se convirtió anoche en la cuarta mexicana en obtener la corona de Miss Universo, tras una final cargada de expectativas, polémicas y tensión desde el arranque del certamen en Tailandia. Con su victoria, México suma un nuevo título mundial tras los triunfos de Lupita Jones (1991), Ximena Navarrete (2010) y Andrea Meza (2020).
El concurso, que inició puntualmente a las 19:00 horas con 119 participantes presentadas en bloques y ataviadas en un conjunto lila con destellos, avanzó entre luces, música del cantante tailandés Jeff Satur y una atmósfera electrizante. Conforme Bosch superó cada ronda, la emoción creció en México, donde su participación ya había generado un fuerte interés internacional.
Una reina entre controversias
Miss Universe México 2025 llegó a la competencia en medio de una tormenta mediática tras su confrontación con Nawat Itsaragrisil, directivo del certamen, quien la llamó “tonta” durante una reunión preliminar. Bosch no se quedó callada: defendió su postura, exigió respeto y afirmó que “nadie puede silenciar nuestra voz”. El episodio se viralizó y detonó muestras de apoyo de concursantes como Hanin Al Qoreishy, Miss Iraq.
Su camino en el concurso nacional tampoco fue terso. Tras ser coronada Miss Universe México 2025 en Zapopan, solo cuatro competidoras se acercaron a felicitarla. Hubo críticas abiertas, como la de Celeste Hidalgo (Miss Sonora), quien cuestionó públicamente el resultado y la falta de “sororidad” dentro del certamen.
Pese al ambiente adverso, Bosch se mantuvo en pie, avanzó con fuerza en las etapas preliminares y terminó imponiéndose en la final mundial.
¿Quién es Fátima Bosch?
Fátima Bosch Fernández nació en Tabasco. Es hija de Bernardo Bosch Hernández, asesor en Pemex, y de Vanessa Fernández Balboa, hermana de la política Mónica Fernández Balboa.
Estudió Diseño de Indumentaria y Moda en la Universidad Iberoamericana y después continuó su formación en instituciones internacionales como la Nuova Accademia di Belle Arti (NABA) en Milán y el Lyndon Institute, en Vermont.
En entrevistas ha hablado abiertamente de los retos que enfrentó debido a su neurodivergencia —TDAH, dislexia e hiperactividad— y los episodios de bullying durante su infancia. Ganó Flor Tabasco en 2018 y fue invitada por primera vez al certamen nacional en 2019, aunque lo rechazó para concluir sus estudios. Años después, decidió volver motivada por el nuevo enfoque del concurso hacia el empoderamiento femenino.
Tras meses de preparación, viajes y controversias, su travesía llegó a su punto culminante: la noche en que México volvió a brillar en Miss Universo.